Pasa una muchacha bonita por la calle y nosotros, que queremos disfrutar de su juvenil andar, le pedimos al amigo que nos habla que haga un momento de silencio. Escuchamos una bella melodía y sin darnos cuenta cerramos los ojos. Vamos a parquear el automóvil en un espacio estrecho y apagamos el radio o bajamos el sonido de la música. Son tres ejemplos, entre miles, de actos sin mucha lógica (se diría que la vista y el oído son dos sentidos independientes) que solemos ejecutar, pero ¿por qué?
Un (...)
En los últimos años varios investigadores se han interesado en las posibles razones médicas del deterioro progresivo de las condiciones psicológicas y de salud del famoso Rey Enrique VIII de Inglaterra. Él tuvo una juventud sana, brillante y juiciosa y se convirtió después de los 30 años en un individuo taciturno, colérico, paranoide, incluso criminal (mató a dos de sus seis esposas y a varios de sus propios ministros y asesores), obeso, enfermizo y con graves problemas en su descendencia.
Estos (...)