- Zelma Chiesa-Fuxench, MD
Rachelle E. Seijo, MD
Adisbeth Morales, MD
Departamento de Dermatología, UPR
Introducción
La terapia fotodinámica (TFD) es un procedimiento dividido en dos etapas: se aplica tópicamente un agente fotosensibilizante sobre un tejido específico que, luego, se expone a una fuente de luz con una longitud de onda adecuada que genera altas concentraciones de oxígeno reactivo. Esto causa destrucción celular, con apoptosis y necrosis tumoral.
Para que el tratamiento de TFD sea exitoso, el daño ocasionado al tejido debe sobrepasar los mecanismos de reparación de las células afectadas. La efectividad de la TFD depende en gran parte del tipo de agente fotosensibilizante utilizado. Los únicos agentes fotosensibilizantes aprobados por FDA para uso en conjunto con la TFD son 5-amino-levulínico (ALA) y el metil aminolevulinato (MAL).
Aplicaciones clínicas
Estudios clínicos previos han demostrado la eficacia de la TFD para el tratamiento de varios cánceres de piel como, por ejemplo, el carcinoma de célula basal y el carcinoma espinocelular, y lesiones premalignas como las queratosis actínicas (QAs).
En 1999, FDA aprobó el uso TFD para el tratamiento de QAs múltiples, en las que es la opción ideal ya que puede ser utilizada sobre amplias áreas de piel afectada en una sola sesión de tratamiento. Múltiples estudios han mostrado evidencia que apoya el uso de la TFD para el tratamiento de QAs. [1], [2]
Varios estudios también han demostrado que su uso en pacientes con carcinoma espinocelular (CE) intraepi-dermal puede resultar en cura inicial con resultados cosméticos superiores, menos recurrencias y efectos secundarios, en comparación con otras modalidades de tratamiento como el 5-fluorouracil y la crioterapia [1].
El uso de la TFD también ha sido evaluado en cáncer de piel espinocelular y de célula basal (CCB) [1]. Si bien el tratamiento estándar para el CE es la excisión quirúrgica, algunos pacientes no son candidatos, por lo que es necesario emplear otras alternativas. La eficacia de TFD en el tratamiento del CE se ha descrito en una pequeña cantidad de estudios que demuestran que la TFD-MAL puede ser una opción eficaz de tratamiento para el CE microinvasivo, mientras que su uso para las lesiones nodulares e invasivas, no es recomendado [1], [3].
De igual forma, el uso de la TFD tiene ciertas ventajas en el manejo de CCB de tipo superficial, pues es una forma más localizada de tratamiento, que afecta solo al tejido maligno y que produce resultados que son cosméticamente aceptables para el médico y el paciente [1], [4].
Resumiendo
La TFD representa una opción ideal de tratamiento para el cáncer de piel de tipo no melanoma (NMSC) y lesiones premalignas como las queratosis actínicas. Su ventaja radica en ser una opción de tratamiento ambulatoria, no-invasiva, aplicada bajo el control de un médico, con efectos secundarios de corta duración, que, además, provee mejores resultados cosméticos, más aceptables para nuestros pacientes.