Medicina materno fetal:

Su importancia en la gestación
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Edilberto Martínez Martell, MD, FACOG, MFM
Diplomate American Board of Maternal Fetal Medicine
Associate Professor, Ponce School of Medicine, Saint Luke’s Hospital
Assistant Professor, UPR-MSC, University Hospital
Consultant Ob/Gyn Dept., San Juan City Hospital
Consultant Ob/Gyn Dept., HIMA San Pablo Hospital

Introducción

La medicina materno fetal (MMF) es una subespecialidad de la obstetricia y ginecología dedicada a la evaluación y al tratamiento de las complicaciones maternas y fetales desde antes de la concepción hasta el periodo postparto. Aunque originalmente se le denominó perinatología, este término se sustituyó ya que se limitaba al tratamiento de complicaciones alrededor del nacimiento.

Preconcepcional

La función de un especialista en MMF suele empezar antes de la concepción. Hay condiciones médicas maternas que ponen al feto en riesgo cuando no están en un control óptimo al momento de la concepción. Un ejemplo clásico es la diabetes mellitus: las madres con pobre control glicémico tienen un alto riesgo de fetos con anomalías congénitas cardiacas y defectos de tubo neural abierto. Otras condiciones comunes que se benefician de la consejería preconcepcional son la hipertensión crónica, la enfermedad tiroidea y las enfermedades autoinmunes de tejido conectivo (como el lupus eritematoso sistémico).

Los especialistas en MMF suelen trabajar en el entorno hospitalario brindando atención médica y quirúrgica a las madres en espera, trabajando junto con obstetras y ginecólogos, y otros especialistas médicos para brindar apoyo a la gestante.

Primer trimestre

En una paciente embarazada, lo ideal sería hacer una evaluación durante el primer trimestre. La ventana de mayor utilidad es entre las 12 a 13 semanas de gestación. Durante este periodo, se puede ofrecer a la paciente un sonograma endovaginal para examen anatómico fetal y también una prueba de cernimiento para aneuploidias. Si es necesario, se ofrece la prueba diagnóstica con biopsia placentaria.

Segundo trimestre

En el segundo trimestre, se ofrecen pruebas de cernimiento para aneuploidias y problemas de tubo neural abierto. Si es necesario, se hace un sonograma nivel II, que evalúa la anatomía fetal y signos sonográficos asociados a problemas cromosómicos. Si es indicada, se ofrece la amniocentesis. Si la paciente tiene riesgo de tener un bebé con problemas cardiacos congénitos, entonces es recomendable un ecocardiograma fetal entre las 22 a 24 semanas. Aunque originalmente este era un procedimiento realizado por los cardiólogos pediátricos, muchos especialistas en MMF tienen el entrenamiento para realizarlo.

Tercer trimestre

En el tercer trimestre se realiza un sonograma mayormente para establecer crecimiento fetal. De diagnosticarse retraso de crecimiento intrauterino, se procedería a realizar pruebas de doppler de la arteria umbilical y de la arteria cerebral media (ACM). Además, se realizarían pruebas de asesoramiento de bienestar fetal como el perfil biofísico. Las pruebas de doppler de la ACM también pueden ser de mucha utilidad en la evaluación de anemia fetal.

Otras funciones

El especialista en MMF también está entrenado para efectuar cirugía fetal menor como la cordocentesis, la toracentesis y otros procedimientos que requieren la aplicación de agujas y otros instrumentos a cavidades y órganos fetales para diagnóstico y tratamiento de condiciones fetales. Parte de sus responsabilidades incluyen trabajos de investigación y la enseñanza.

Conclusión

La función primordial del especialista en MMF es ayudar a las pacientes a lograr un desenlace positivo de su embarazo, bridándoles tranquilidad y respaldo, así como apoyo a aquellas con un pronóstico pobre.

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