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La otra cara del Doctor

Hoy le hablaremos a la cara de la madre o a la del padre en ti que en muchas ocasiones se ve afectada por tu rol de médico porque el tiempo lo tienes comprometido con tus pacientes.

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Lillian Santos, PsyD

A continuación, compartiré contigo dos interesantes opiniones de hijos de médico. Verás cómo estas personas viven la experiencia de haber sido hijos de médico.

Primera opinión:

"Considero que la calidad de tiempo que papi nos dio sobrepasó los inconvenientes que pudimos haber sentido por no tener él un ’trabajo normal’. Que yo recuerde, papi siempre estuvo presente en los momentos y actividades importantes para nosotros. Digo, sí había ocasiones en que o llegábamos tarde o teníamos que irnos antes de que el evento terminara, pero nada fuera de lo normal. En general, no puedo decir que mi experiencia como hija de un médico fuera negativa.”

Segunda opinión:

“Tener un papá doctor –dentro de lo que se conocería como la nueva familia, donde no necesariamente ambas figuras están presentes– fue algo realmente normal. Eso sí: ’En casa de herrero cuchillo de palo‘. Si nos enfermábamos del estómago con un virus, la receta era alguna bebida energizante y algo para aliviar la molestia. Si teníamos catarro, todo era de la farmacia de la esquina y “over the counter”, nada distinto de lo que hacen las personas que no tienen un especialista viviendo en casa.

tu rol de médico

Lo mejor de todo fue que a pesar de su especialidad y su inteligencia, siempre tuvo la capacidad de mantenerse “down to Earth”. Cuando llegaba de visita en las tardes, veía las novelas con nosotras y compartía sin necesariamente hacer alusión a la medicina o su trabajo. Fueron de los mejores momentos de mi vida y los atesoro con cariño”. Recuerda: el tiempo nunca va a sobrarte, tienes que sacarlo para invertirlo en las cosas no delegables, trascendentales y de prioridad, como es tu rol de padre o madre. Manejar tu tiempo de forma ordenada y planificada –siempre y cuando no se trate de emergencias relacionadas con la salud de un ser querido– te reducirá los sentimientos de ansiedad y “culpa” que acompañan el no cumplir a cabalidad con las demandas de ser padres.

Los niños y adolescentes, e incluso los adultos, no siempre llegan a entender el concepto de “responsabilidad” vs. “prioridad”, y explicarlo no siempre tiene un resultado feliz. Así que: pon todo tu empeño en estar presente en esos momentos inolvidables de tus hijos ya que son experiencias que dejan huella para bien o para mal en sus mentes. No podemos esperar que todo el mundo “racionalice” siempre las emociones.

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