El doctor González Mena y el Hospital Nuestra Señora de La Guadalupe
La historia de la institución que hoy conocemos como el Hospital Pavía de Hato Rey se remonta a los años cincuenta cuando fue fundado con el nombre de Hospital Nuestra Señora de La Guadalupe. Originalmente tenía dos pisos y su construcción fue encomendada por un médico puertorriqueño, el doctor González Mena, quien le dio el nombre a la institución en honor a su esposa, Guadalupe. Además de honrar a su señora esposa, que era de ascendencia mejicana, y a la Virgen de Guadalupe, este emblemático nombre sirvió para atar el hospital al profundo sentido religioso y de servicio a la comunidad que siempre ha primado entre las personas que ofrecen sus servicios a quienes más lo necesitan. Así comienza lo que ha sido una historia colmada de innumerables cambios y constante desarrollo.
El doctor Edgar Stella y el desarrollo
El primer cambio trascendental en la historia del hospital fue su adquisición por el doctor Edgar Stella en 1964. Él comenzó un proceso de desarrollo que llevó al hospital a convertirse en uno de los más importantes del área metropolitana. Primero, se construyó un edificio de tres pisos en la parte trasera del edificio original que daba a la Avenida Ponce de León, a donde se mudó todas las instalaciones que se encontraban en operación. Actualmente, allí funcionan la Sala de Emergencias, el Centro de Imágenes y los departamentos ancilares y de servicios ambulatorios, las Salas de Operaciones, la Sala de Partos, la Sala de Recién Nacidos y el Área de Cuidados Intensivos del hospital.
Luego, se construyó la torre principal de ocho pisos que, desde 1977, albergaría lo que hoy constituyen las habitaciones para los pacientes hospitalizados. Simultáneamente, y adelantándose a su tiempo, se construye al lado del hospital una torre de 17 pisos para albergar principalmente oficinas médicas. El hospital continuó operando bajo el liderazgo del doctor Stella hasta comenzar la década de los ochenta, cuando dificultades económicas lo llevaron en 1983 a ser puesto en sindicatura.
Hato Rey Community Hospital
En abril del 1984, el hospital fue adquirido por un grupo de inversionistas estadounidenses, dueños de una extensa red de proveedores de servicios de salud, Basic American Medical, Inc. (BAMI). Ellos, junto a un grupo local de médicos, propulsaron una nueva etapa de avances y desarrollo. Con una inyección de capital pusieron a la institución en marcha hacia el futuro. Tal fue el ímpetu de cambio que en 1986 lo reinauguraron bajo el nombre de Hato Rey Community Hospital.
Hospital Pavía de Hato Rey y Metro Pavía Healthcare System Luego de más de una década, en mayo de 1998, es adquirido por el Hospital Pavía para operarlo como una extensión de sus instalaciones de Santurce. Luego, en octubre del 2004, el hospital se separa corporativamente del hospital de Santurce, constituyéndose en el Hospital Pavía de Hato Rey. Finalmente, en agosto de 2006 el hospital junto con todo lo que constituía el Pavia Health System fue adquirido por el Sistema de Salud Metropolitano para formar Metro Pavía Healthcare System.
El presente y el futuro
Hoy, el Hospital Pavía de Hato Rey, luego de ser adquirido por el sistema de salud más grande de la isla, se encuentra comenzando una nueva etapa de expansión y mejoras. Cuenta con amplias habitaciones privadas y modernas salas de partos con suites especialmente preparadas para las modalidades de parto familiar y asistido. Tiene disponibles servicios psiquiátricos de hospitalización en una Unidad de Salud Conductual integrada dentro de la operación de un hospital general agudo. Provee una amplia gama de servicios de diagnóstico a nivel ambulatorio, incluyendo sala de emergencias y el espectro completo de servicios a nivel secundario agudo.
Se proyecta, a mediano plazo, la construcción de nuevas instalaciones para los servicios de emergencias y una nueva torre con estacionamiento para hacer más accesibles los servicios a la comunidad de Hato Rey, que siempre se ha mantenido fiel al buen servicio que ofrece el hospital. El Hospital Pavía de Hato Rey es un buen ejemplo de evolución y adaptación al cambio sin perder su esencia de servicio a la comunidad.