Hiperlipidemias en el paciente con diabetes: Control y metas

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José M. García Mateo, MD, FACE
Endocrinólogo
Vocal, Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología

Las personas con diabetes son más propensas a la aterosclerosis, a enfermedades del corazón, a mala circulación y a apoplejía que las personas que no tienen diabetes. Muchas personas con diabetes tienen factores de riesgo como la dislipidemia, la hipertensión arterial, el sobrepeso y la hiperglucemia.

Dislipidemia en pacientes con diabetes

La dislipidemia más común con la diabetes es la combinación de un nivel alto de triglicéridos y un nivel bajo de colesterol de alta densidad o bueno (HDL). El colesterol de baja densidad o malo (LDL) puede estar normal o alto; se caracteriza por ser una molécula más pequeña que es, a su vez, más aterogénica.

Como la dislipidemia no presenta síntomas, el diagnóstico se hace por medio de la prueba del perfil lipídico. El nivel de los lípidos puede ser afectado por la edad, sexo y antecedentes familiares. Factores de estilo de vida, como dieta, actividad física y fumar, también afectan el nivel de lípidos. Un alto nivel de glucosa en la sangre también puede contribuir a la dislipidemia, con aumento de triglicéridos y otras partículas aterogénicas (apoB o partículas de LDL).

Valores referenciales de lípidos

|La Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED) y la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomiendan los siguientes niveles como objetivo en personas con diabetes:

  • Colesterol LDL: menos de 100 mg/dL. En personas con enfermedades del corazón o aterosclerosis: menos de 70 mg/dL.
  • Colesterol HDL: más de 40 mg/dL en hombres y más de 50 mg/dL en mujeres.
  • Colesterol non-HDL (total menos HDL): menos de 130 mg/dL. Si hay enfermedad del corazón o aterosclerosis: menos de 100 mg/dL y triglicéridos debajo de 150 mg/dL.|

Lípidos y otros factores de riesgo

En 2008, en forma conjunta la Asociación Americana del Corazón y ADA, recomendaron que los pacientes diabéticos con hipertensión, fumadores o con historial familiar de enfermedad cardiovascular a edad temprana deben tener LDL menor a 70 mg/dL y non-HDL debajo de 100 mg/dL. Ambas también indican que se debe evaluar el riesgo residual, luego de llegar a las metas de LDL y non-HDL, con apoB y que debe estar por debajo de 80 mg/dL.

Recomendaciones terapéuticas

Las recomendaciones básicas para el tratamiento de la hiperlipidemia en el paciente con diabetes son mejorar la dieta, perder peso y hacer ejercicio.

Cuando es necesario, se recomienda tratamiento farmacológico. Las estatinas son la opción medicamentosa para reducir el colesterol LDL y se ha demostrado que pueden disminuir el riesgo de ataques cardiacos y derrames. Los fibratos y la niacina se utilizan para disminuir los triglicéridos y subir el colesterol HDL, pero su función en la prevención de ataques al corazón y apoplejías no está aún bien demostrada. No es raro usar terapia combinada para tratar la dislipidemia en el paciente con diabetes, por su naturaleza mutifactorial.

Comentario

Es importante el control de los valores de lípidos en pacientes diabéticos y seguir las recomendaciones de hábitos de vida saludables. Cuando se emplean medicamentos, debemos recalcar que estos no “curan” el problema y que deben tomarse en forma prolongada si se desea el máximo beneficio.

Referencias

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