Vara o bastón de Esculapio

Algunos símbolos que se originan en la mitología griega los utilizamos y vemos a diario. Un caso es la vara o bastón de Esculapio, empleado universalmente como símbolo de la medicina.

Esculapio era el Dios de la Curación en la mitología griega. Había en la antigua Grecia templos dedicados a Esculapio en los que el dios pasaba visita nocturna mientras los pacientes descansaban. A pedido de Plutón, dios de los infiernos, Júpiter hizo morir a Esculapio porque éste curaba a los enfermos y el infierno se quedaba desierto. A pedido de Apolo, Esculapio quedó inmortalizado, permaneciendo entre las estrellas (constelación Ofiuco).

A su vez, el ‘Bastón de Esculapio’ consiste en una serpiente entrelazada alrededor de una vara larga.

Hay varias leyendas sobre la serpiente:

- Esculapio asistía a un paciente que fue fulminado por un rayo cuando apareció una serpiente. Esculapio la mató con su bastón; otra serpiente entró y revivió a la primera metiéndole unas hierbas en la boca. Con estas mismas hierbas Esculapio resucitó al paciente.

- Los antiguos griegos consideraban a la serpiente enroscada como signo de adivinación, lográndose bajo su influjo curas milagrosas.

- En 293 AC hubo en Roma una grave epidemia; los oráculos aconsejaron que trajesen a Esculapio. Enviaron una galera que regresó con una serpiente sagrada a bordo. Cuando la embarcación se acercó a la “Isola Tiberina” de Roma la serpiente saltó a tierra y la epidemia cesó inmediatamente. Como prueba de gratitud se construyó allí un barco de piedra estando en la proa de la nave las figuras de Esculapio y la serpiente.

- La presencia de esta serpiente es también para representar al animal astuto y ágil que siempre se mantiene en estado de alerta, estableciendo un paralelo con la conducta que deben seguir los grupos médicos para la adecuada atención de los enfermos.

El bastón hecho de ciprés, árbol que evoca la longevidad, era portado por hombres honorables e investidos de autoridad. La conjunción de la vara y la serpiente entrelazada puede simbolizar poder, sabiduría y milagros, curación y vida.

El bastón de Esculapio a veces es confundido con el caduceo de Mercurio (o Hermes, el mensajero de los dioses) que tiene alas y dos serpientes.

Este caduceo lo llevaban en la antigua Grecia los heraldos y embajadores como señal de inviolabilidad personal. Mercurio llevaba consigo el caduceo como varita mágica.

En cierta ocasión Mercurio separó dos serpientes que estaban enzarzadas en mortal combate; desde entonces empezó a repartir mensajes entre enemigos y la varita se convirtió en símbolo de neutralidad. Además de pacificador, Mercurio era dios del comercio y del juego. Con su hábil elocuencia convencía de que el mal era el bien.

En la Edad Media, el médico de Enrique VIII de Inglaterra lo puso en su escudo nobiliario. Es así que desde esa época comenzaron a confundirse caduceo y bastón de Esculapio debido a su gran parecido, por lo que algunos médicos adoptaron el símbolo que no les correspondía.

En 1856, el Servicio del Hospital de la Marina de USA empezó a utilizar el caduceo de Mercurio se dice que para simbolizar el carácter no combatiente de la clase médica. En 1902 fue adoptado por el cuerpo médico del Ejército de los Estados Unidos a pesar que, desde que se organizó en 1818, su símbolo había sido el bastón de Esculapio. A partir de ahí su uso empezó a expandirse internacionalmente.

La escuela de Medicina de la Universidad de Rochester, NY, había tenido desde 1928 como signo oficial al caduceo, pero en 1985 lo reemplazó por el bastón de Esculapio, volviendo a colocar a Esculapio como el real representante de la profesión médica, en lugar de Mercurio, que no era precisamente el más correcto distintivo.

En 1912 la American Medical Association adoptó el símbolo de Esculapio como emblema oficial de esta organización, al igual que la Organización Mundial de Salud en 1948 y la Asociación Médica Mundial en 1956.

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