- Carmen Targa
- Vice President
Condado Travel, Inc.
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Por fin, después de año y medio guardados, podemos empezar a viajar, vacunados y cuidándonos. Veamos primero en qué condiciones están nuestras maletas para sacudirlas y airearlas bien. Verifiquemos si los pasaportes están vigentes y cuáles son sus fechas de vencimiento para renovarlos con tiempo.
Antes de pasar a contarles una aventura, debo comentar con orgullo que en nuestro equipo de trabajo está Carmen Teresa Targa, mi hija, quien ha sido designada en el Advisory Board de Travel & Leisure, única puertorriqueña con esa distinción.
Con Europa casi abierta y el resto de las fronteras empezando a abrir, es momento de planificar alguna aventura. Y, para animarlos, les voy a contar la que tuvimos en noviembre de 2019, justo antes del COVID y sin imaginar que sería el último viaje antes del encierro. Así, con gran ilusión partimos a Ruanda, lugar donde podríamos ver a los gorilas. Llegamos a este país que en los últimos 20 años ha tenido grandes cambios favorables. Kigali, la capital, nos sorprendió. Es la ciudad más limpia que he visitado; no había ni un papel en las calles. Las áreas verdes junto a las autopistas parecían jardines de museos. Se veían muchas personas con escobas barriendo y limpiando. No contuve la curiosidad y le pregunté al guía sobre tanta gente trabajando en la limpieza de las calles de esa admirable ciudad. Me contestó que todos los residentes le tienen que dedicar un día al mes al Estado, ya sea para limpiar las calles o hacer algún trabajo social. Nadie tira nada porque luego lo tienen que recoger ellos mismos. Un ejemplo para seguir...
De allí, partimos al Volcano National Park, entre montañas y poblados, que se conoce como “La tierra de las mil montañas”. Así llegamos a la tierra de los gorilas, donde estudió y vivió la experta Dian Fossey. Aprendimos de las 7 familias de gorilas, sus nombres, costumbres y etiqueta, su sentido de familia, el respeto por los mayores, los teens juguetones y los toddlers traviesos. ¡Qué experiencia y qué aprendizaje! De ahí fuimos en carro por el Lago Kivu, admirando los poblados, sus costumbres, y parando también a tomar una buena cerveza local.
Al día siguiente, otra aventura: el canopy walkway. Si padeces de vértigo no es lo tuyo, pero si te encantan las alturas este será tu día, pues caminas por puentes colgantes sobre el bosque, viendo los pájaros, la vegetación y uno que otro mono, mientras te balanceas entre pico y pico de montes, ¡algo para disfrutar al máximo! Esa noche fuimos a Nyungwe National Park, donde hay unas plantaciones de té impresionantes y donde viven los chimpancés, unos acróbatas juguetones y de belleza espectacular, que puedes estar observando por horas: cada uno salta más largo y alto que el otro, se comunican y hacen juegos compitiendo entre ellos, sobre todo los machos llamando la atención de las chicas. Luego de disfrutar del paisaje, los animales, los hoteles y las comidas farm to table –Ruanda es una tierra muy fértil y con un clima tropical muy favorable para la agricultura– fuimos de regreso a Kigali.
Después de esos días maravillosos pudimos aprender algo de historia, fuimos al famoso Hotel Ruwanda, el mismo de la película de cine, y de allí pasamos al Museo del Genocidio. En este se cuenta la historia de esta nación desde su inicio, sobre la colonización y las matanzas a la población. Es un lugar que llama a la reflexión tocando nuestras fibras más profundas.
Y luego de contarles mi última aventura, ya estoy planificando la próxima, acompañada de cultura, historia, buena mesa con buen vino y alguna que otra sorpresa.