Vacunas en reumatología

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Ana I. Quintero Del Rio, MD, MPH, FAAP
Reumatóloga Pediátrica
Presidenta, Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico

Las vacunas son el mejor medio para la prevención de enfermedades virales y bacterianas que pueden ser potencialmente mortales o causar complicaciones de salud a cualquier edad. Se trata de compuestos biológicos que producen inmunidad adquirida para determinada enfermedad, cuya preparación contiene un patógeno atenuado o porciones estructurales del patógeno, lo que estimula la producción de anticuerpos sin causar enfermedad severa.

Tipos de vacunas

La inmunización puede ser pasiva o activa. Hay diferentes tipos de vacunas:

  • Vacunas vivas-atenuadas: producen inmunidad prolongada (MMR, rotavirus, viruela –“smallpox”–, varicela, culebrilla, fiebre amarrilla y tifoidea);
  • Vacunas inactivas: tienen dosis diversas ya que la inmunidad no dura tanto como en las vacunas de virus vivo (hepatitis A, influenza, polio y rabia);
  • Vacunas recombinadas, polisacáridos y conjugadas: se preparan con partes del germen como proteína, azúcares o cápsula –capsid– (haemophilus influenza tipo b, hepatitis B, HPV, tos ferina, neumococo y meningococo); y
  • Vacunas de toxoide: utilizan una toxina del germen (difteria y tétano).

Las vacunas pueden resultar en inmunidad limitada o inefectiva en pacientes con condiciones de inmunodeficiencia primaria o secundaria, inmunosuprimidos por medicamentos o por trasplante de órganos, o por algún factor genético. Ninguna vacuna de virus vivo está indicada en un paciente bajo terapia de inmunosupresión. Recién a los tres meses de completar la terapia inmunosupresora el paciente podría ser vacunado, siempre y cuando no exista alguna otra contraindicación. Además, hay que tomar precauciones con los familiares que viven en casa con el paciente inmunosuprimido y las vacunas de virus vivo.

Momentos apropiados para vacunar

Es importante recordar que hay un programa de vacunas a ser administradas según la edad. También están las vacunas de temporada (como influenza), la Tdap (tétano, difteria y pertusis) en el tercer trimestre de cada embarazo y las vacunas del viajero.

Reacciones y complicaciones de las vacunas

Todo paciente responde de manera diferente a cualquier tratamiento, incluyendo las vacunas. Algunos pacientes pueden desarrollar condiciones transitorias luego de vacunarse o podrían adelantar una condición que desarrollarían más tarde. Lo mismo puede suceder con la enfermedad activa de los virus o bacterias. Lo único es que, en este último caso, puede aumentar la morbilidad y mortalidad.

Debemos estar atentos a las diferentes complicaciones, incluyendo algunas reumatológicas, que podrían surgir en algunos pacientes vacunados:

Vacuna de hepatitis B:

  • Dolor articular o muscular;
  • ­Artritis;
  • ­Eritema nodoso;
  • ­Vasculitis;
  • ­Trombocitopenia púrpura idiopática;
  • ­Uveitis;
  • ­Síndrome de Guillan-Barré;
  • ­Lupus sistémico eritematoso;
  • ­Síndrome de Sjögren; y
  • ­Esclerosis múltiple.

Vacuna de DTP (difteria, tétano, pertusis):

  • Artritis; y
  • Dolor articular.

Vacuna de toxoide de tétano:

  • Morfea; y
  • Artritis reactiva.

Vacunación de fiebre tifoidea:

  • Artritis reactiva;
  • Eritema nodoso;
  • Neuropatía IgA;
  • Reacción anafiláctica; y
  • Muerte.

Vacuna de neumococo:

  • Vasculitis.

Vacuna de influenza:

  • ­Púrpura de Henoch-Schönlein (HSP);
  • Mialgias;
  • ­Escleritis posterior;
  • ­Artritis reumatoide;
  • Polimialgia reumática;
  • Lupus sistémico eritematoso;
  • Síndrome de Guillan Barré; y
  • Artritis reactiva.

Vacuna de polio oral (OPV):

  • Poliomielitis paralítica.

Vacuna de meningitis C:

  • Púrpura de Henoch-Schönlein (HSP); y
  • Artritis.

Vacuna de MMR:

  • Dolor articular;
  • Artritis reactiva; y
  • Enfermedad de Kawasaki (vasculitis).

Vacuna de HPV (virus del papiloma humano):

  • Dolor muscular y articular; y
  • Artritis reactiva.

Vacuna de rubeola:

  • Artritis; y
  • Dolor articular.

Vacuna de varicela:

  • Artritis reactiva.

Vacuna de culebrilla (herpes zoster):

  • Dolor muscular o articular.

Vacuna de fiebre amarrilla:

  • Debilidad muscular y dolor;
  • Cansancio extremo;
  • Problemas para caminar; y
  • Dolor severo, en especial por la noche.

Vacuna del bacilo de Calmette-Guérin:

  • Dolor articular;
  • Artritis;
  • ­Lupus vulgaris; y
  • Dermatomiositis.

Vacuna del ántrax:

  • Dolor articular y/o muscular;
  • Artritis; y
  • Reactivación de lupus sistémico eritematoso y de las espondiloartropatías.

Vacuna contra la viruela:

  • Eritema multiforme; y
  • ­Dermatomiositis.

Vacuna de rabia:

  • Desorden neurológico en pacientes con anticuerpos contra cardiolipinas.

Precauciones con las vacunas

Todo paciente que desarrolle algún efecto secundario a cualquier vacuna debe de ser reportado a VAERS, que es el sistema de reportes para reacciones adversas a las vacunas. De haber alguna duda sobre cuál vacuna usar en un paciente con una condición autoinmune o genética, esto puede ser materia de una interconsulta con el subespecialista para determinar el mejor tratamiento a seguir. Además, debemos confirmar que el paciente lea el consentimiento de vacunas para determinar si es alérgico a algún componente de la vacuna (como huevo o antibiótico).

Comentario

El Departamento de Salud y el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) pueden proveer más información de otros efectos secundarios que podrían ocurrir con las vacunas. En el futuro, estarán disponibles otras vacunas que están en investigación o en diferentes etapas de estudios clínicos. A pesar de los posibles efectos adversos, siempre es más seguro el uso de una vacuna que el riesgo de la enfermedad.

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