¿Qué debemos saber sobre la depresión mayor?

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Lelis L. Nazario, MD
Especialista en Psiquiatría de
niños y adolescentes
Profesora Asociada
Departamento de Psiquiatría,
Universidad de Puerto Rico

La depresión es una enfermedad que puede llegar a ser sumamente debilitante e impactante.

Incidencia

Datos epidemiológicos estiman que la depresión tiene una prevalencia de 2% en la población de niños, 4 a 8% en adolescentes, 10 a 25% en mujeres adultas y 5 a 12% en hombres adultos.

Síntomas y diagnóstico

El diagnóstico de la depresión es clínico. Se compone de estado de ánimo depresivo o irritable de dos semanas de duración y/o pérdida del interés y del placer asociado a por lo menos cinco de los siguientes síntomas: cambios en el sueño, en el apetito o peso, concentración baja, indecisión, ideas suicidas o pensamientos de muerte, agitación o retardación psicomotora, fatiga o pérdida de energía, disminución en interés sexual, sentimiento de minusvalía o culpa inapropiada. Un criterio esencial para su diagnóstico es la disfunción marcada por un deterioro en las relaciones interpersonales o en la ejecución de actividades sociales.

Existen múltiples factores de riesgo que nos ayudan a estimar su severidad y a determinar el tratamiento a recomendar. La presencia de episodios previos y/o historial de otros trastornos psiquiátricos, tales como el abuso de sustancias y el trastorno de conducta, complican el cuadro clínico y exigen un tratamiento más comprensivo. El historial de trastornos psiquiátricos en la familia, historial familiar de suicidios o intentos, y el historial de intentos suicidas previos, tomando en cuenta la planificación y letalidad de dichos intentos (acceso a armas, precaución para no rescate, notas) nos levantan una señal de alerta y nos guían al momento de la evaluación. Otros factores de riesgo de gran importancia son el maltrato, la negligencia, la discordia familiar, el pobre aprovechamiento escolar y la presencia de enfermedad sistémica crónica.

Curso clínico

El curso clínico de la depresión comprende una duración del episodio de unos 7 a 9 meses en muestras clínicas y de 1 a 2 meses en la comunidad. El 90% de los pacientes remiten en 1 a 2 años y del 6 al 10% sufren un curso prolongado. Su severidad, la presencia de comorbilidad (incluyendo los trastornos de personalidad), la exposición a eventos negativos, el historial de padres con trastornos psiquiátricos y la disfunción severa son predictores del curso a tomar. Un 40 a 60% de los pacientes recaen debido al pobre cumplimiento del tratamiento, a exposición a eventos negativos y a la descontinuación o disminución rápida del tratamiento. La recurrencia es de 20 a 60% en 1 a 2 años y 70% después de 5 años.

Sin tratamiento, la depresión pone al paciente en riesgo de comportamiento suicida, abuso de sustancias, enfermedades físicas, embarazo temprano, exposición a eventos negativos y pobre funcionamiento psicosocial, académico y laboral. La persistencia de dificultades psicosociales, luego de la remisión de un episodio, apunta a la necesidad de tratamiento continuo.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de la complejidad y de la severidad de los síntomas. Las modalidades terapéuticas a utilizarse pueden ser diversas. La farmacoterapia con antidepresivos (SSRIs, SRIs y otros) es un elemento de gran peso cuando hay síntomas incapacitantes. Estos fármacos contribuyen de forma efectiva a una recuperación más rápida y pueden evitar la recurrencia de episodios. También hay varias modalidades de terapia individual que pueden ser muy efectivas para establecer controles, desarrollar destrezas para resolver problemas sociales, restablecer la autoestima y explorar factores precipitantes y contribuyentes. Otras modalidades que complementan el tratamiento son la terapia familiar y la terapia de grupos.

En la mayoría de los casos, lo recomendable es la combinación de las terapias pertinentes de acuerdo a las necesidades individuales de cada paciente.

Literatura

• American Academy Child and Adolescent Psychiatry (1998), Practice Parameters for the Assessment and Treatment of Children and Adolescents with Depressive Disorders. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 37 (suppl): 63S-83S.

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• American Psychiatric Association (2000), Practice Guideline for the Treatment of Major Depressive Disorder (Revision). The American Journal of Psychiatry 160 (11): 1-45.

• Birmaher B et al. (1996), Childhood and Adolescent Depression: A review of the Past 10 Years. Part I. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 35(11):1427-1439.

• Birmaher B et al. (1996), Childhood and Adolescent Depression: A review of the Past 10 Years. Part II. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 35(12):1575-1583.

• Kaplan H, Saddock B (ed) (1999), Comprehensive Textbook of Psychiatry. Vol. I. Maryland, Williams & Wilkins.

• Pruitt D (ed) (1999), Your Adolescent-Emotional, Behavioral and Cognitive Development from Early Adolescence through the Teen Years. New York, Harper Collins Publishers.

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