Manejo de nódulos tiroideos durante el embarazo

JPEG - 3.8 KB
Miosotis García Maldonado, MD
Patóloga Anatómica y Clínica
HRP LABS,
Hato Rey Pathology Associates Inc

El desbalance hormonal tiene una asociación directa con la patología en la glándula tiroides. Un embarazo no es una excepción, conduciendo a un efecto estimulatorio en el crecimiento de esta importante glándula. Diferentes estudios han comprobado la asociación entre el embarazo y el aumento de tamaño de nódulos tiroideos preexistentes. También se observan un aumento en el número de nódulos y una predisposición a que en un futuro la mujer pueda desarrollar bocio multinodular.1,2

Evaluación

La evaluación de nódulos tiroideos en el embarazo es igual que cuando no hay gestación, con excepción de estar contraindicados los estudios radiológicos con sustancias radiactivas en las embarazadas.

Por esto, el ultrasonido unido a los niveles séricos de las hormonas tiroideas T3, T4 y en especial a la hormona estimuladora tiroidea (TSH) son los estudios recomendados en esta población. La biopsia por aspiración de aguja fina (FNA) se recomienda en embarazadas con nódulos mayores de 1 cm3.

Embarazo y el riesgo de cáncer tiroideo

El carcinoma papilar diferenciado (CPD) ocupa el segundo lugar entre las malignidades diagnosticadas durante el embarazo, con una prevalencia de 14 por 100 0004. Algunos estudios sugieren una relación entre estrógeno, hormona gonadotrópica humana y predisposición a cáncer tiroideo. Sin embargo, otros estudios no demuestran asociación con malignidad pero sí un crecimiento de nódulos benignos. Por esto, la asociación con malignidad es controversial.

Sugerencias de la Sociedad Americana de Tiroides (SAT)

Cuando se diagnostica cáncer tiroideo se definen el tratamiento y el manejo de acuerdo al tipo de cáncer. La figura expuesta resume las recomendaciones de SAT para el manejo de CPD durante el embarazo3.

Para carcinoma tiroideo bien diferenciado, las guías sugieren esperar a terminar el embarazo. Si se realiza cirugía, se recomienda que se haga después del segundo trimestre porque hay menor riesgo fetal o materno5. Incluso, estudios retrospectivos demuestran que un retraso menor de un año en el tratamiento no tiene un efecto adverso en el paciente5,6.

Conclusión

Dentro de las neoplasias malignas tiroideas en la gestación, la más común es CPD y en la mayoría de los casos la cirugía se puede posponer hasta después del parto. Sin embargo, estos casos se deben manejar con un equipo médico multidisciplinario, estableciendo un plan de seguimiento en consenso con el paciente y el equipo de cuidado de salud.

Referencias

  1. Struve C.W. et al. Influence of frequency of previous pregnancy on the prevalence of thyroid nodules in women without of clinical evidence of thyroid disease. Thyroid. 3:7-9, 1993. -# Kung W.C. et al. The effect of pregnancy on thyroid nodule formation. J Clin Endocrinol Metab. 87:1010-1014, 2002. -# Stagnaro-Green et al. Guidelines of American Thyroid Association for the diagnosis and management of thyroid disease during pregnancy and postpartum. Thyroid. 21(10):1081-1125, 2011. -# Kravdal O. et al. Positive correlation between parity and incidence of thyroid cancer: new evidence base on complete Norwegian birth cohorts. International Journal of Cancer 49(6):831-836,1991. -# Shomon M. Imran SA et al. Management of differentiated thyroid cancer in pregnancy. Journal of Thyroid Research. Volume 2011 Article ID549609. -# Moosa M. et al. Outcome of differentiated thyroid cancer diagnosed in pregnant women. J Clin Endocrinol Metab. 82:2862-2866, 1997.
Copyright 2024 GALENUS REVISTA All rights reserved. | Contacto |  RSS 2.0