- Rafael Franjul Juliao, MD
- Neumólogo
Director Médico - MMM Healthcare
El asma se caracteriza por episodios de hiper-reactividad de las vías bronquiales e inflamación recurrente, provocando dificultad respiratoria, tos, presión en el pecho y sibilancias. Estos episodios o exacerbaciones son causantes de un alto número de visitas a salas de emergencia, hospitalizaciones, readmisiones, ausentismo y alteración en la calidad de vida de los afectados. Esto nos lleva a buscar opciones que ayuden a reducir y prevenir estos eventos.
Según datos de 2020, en Puerto Rico la prevalencia de asma bronquial en adultos es de un 10.4%. De esta población, entre un 60% y un 80% se debe a causas alérgicas, ambientales y/o genéticas. En 2022, Asthma and Allergy Network encontró que 26 millones de personas en los Estados Unidos tienen la condición, lo que significa un costo anual de $50 billones y más 14 millones de días de ausentismo laboral. Cerca de un 10% de los pacientes –clasificados como asmáticos severos– utiliza el 50% de este presupuesto. Además, se registraron 4,145 muertes por esta condición, siendo la población afroamericana la más afectada.
Crisis por escasez
El albuterol en nebulización sirve como tratamiento agudo para pacientes con asma descontrolada, ya sea en el hogar, salas de emergencia o cualquier institución de salud. Este año se reportó que la farmacéutica a cargo de la producción de albuterol en ampolletas se encontraba en Ley de Quiebra, por lo que se podría esperar una eventual escasez del producto.
Oportunidad para el cambio
El albuterol –como otros productos– pertenece al grupo beta-2 agonistas de corta duración (SABA), que son medicamentos de rescate de corta duración. Por más de 50 años, han sido la primera línea de tratamiento para el asma, en específico cuando el asma bronquial se conocía únicamente como un problema de broncoconstricción (espasmo bronquial), sin considerar la variable de inflamación de las vías aéreas. Con el objetivo primordial de reducir la mortalidad, la morbilidad y la carga económica del asma, se producen a nivel global algunas guías, siendo una de las más conocidas las publicadas por Global Initiative for Asthma (GINA).
Algunos factores que aumentan la mortalidad y la morbilidad de la condición son:
- El uso de los broncodilatadores de corta duración (por ejemplo, albuterol) diariamente por 1 a 2 semanas: se asocia al aumento en la hiperreactividad de las vías aéreas; esto reduce el efecto broncodilatador y aumenta la respuesta alérgica y los niveles de eosinófilos. Eso lleva a un “círculo vicioso” en el que se utiliza el medicamento de forma excesiva;
- Su sobreutilización arriba descrita se asocia al aumento de exacerbaciones y a una mayor mortalidad; y
- Su uso como terapia única, sin acompañarlo de esteroides inhalados. Esta combinación es esencial para reducir ataques asmáticos.
Algunas recomendaciones que reducen las exacerbaciones de asma:
- Usar medicamentos antinflamatorios, en específico esteroides inhalados en combinación con broncodilatadores SABA puede reducir los ataques severos de asma entre un 60% y un 64%;
- Seguir guías clínicas en acuerdo con el grado de severidad del asma; y
- Monitorear y realizar ajustes clínicos y circunstanciales es esencial dada la naturaleza multifactorial del asma bronquial, así como considerar las múltiples vías de tratamiento existentes.
La experiencia nos ha enseñado que, ante cambios o circunstancias que podamos como adversos, siempre surgirán oportunidades. Estas serán mucho más viables si están respaldados por la investigación y la evidencia médica. En Puerto Rico, contamos con profesionales de la salud, instituciones y otras áreas de servicio que disponen de la capacidad y del compromiso para adaptarse a los cambios con el mayor nivel de calidad.