Hay retos que nos pueden inspirar o atemorizar. En nuestra actitud y respuesta a estos retos se podrá vislumbrar el éxito final. Es como cuando escalamos una montaña: si no damos el primer paso nunca llegaremos a la cima. Luego de ese primer paso vendrán muchísimos más, habrá sorpresas y obstáculos, pero en el camino nunca debemos perder la visión de nuestro objetivo, de esa cima que nos permitirá ver nuevos horizontes y descubrir territorios aún desconocidos para nosotros. Mantener esa visión de la (...)