Virginia Apgar

(1909-1974): Pionera de la neonatología

Virginia Apgar fue mucho más que una pionera de la anestesiología, de la neonatología y de la teratología. Ella fue líder, maestra y una personalidad que dejó una huella muy profunda en todos los campos en que se desenvolvió. Su nombre se relaciona, sobre todo, con la prueba Apgar, el método utilizado para evaluar la salud de los recién nacidos y gracias al cual se ha podido reducir considerablemente la mortalidad infantil en todo el mundo.

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Especial para Galenus
Marco Villanueva-Meyer, MD

Sus inicios

Virginia Apgar creció en el seno de una familia de Nueva Jersey que se había visto afectada por la gran depresión de 1929. Su padre era un ejecutivo de seguros que tenía en el sótano de la casa un cuarto donde desarrolló su afición por los inventos y la ciencia, lo que fascinó a Virginia. Además, su familia era muy musical y ya de pequeña aprendió a tocar el violín. Desde la secundaria ella había decidido estudiar Medicina, a pesar de sus tan variados intereses, ya que destacaba tanto en los estudios como en los deportes y el teatro.

Estudios de Medicina

Virginia Apgar estudió en la Universidad de Médicos y Cirujanos de Columbia, donde se graduó en 1933, decidida a trabajar en cirugía. Allí tuvo de guía y profesor a Allen Whipple quien, impresionado por sus habilidades, le aconsejó dedicarse a la anestesiología, un campo emergente que requería empuje y dedicación especiales para estar al nivel que los avances en cirugía requerían. El suministro de anestesia en aquella época estaba mayoritariamente en manos de enfermeras. Ella siguió este consejo.

Al terminar su especialización, en 1938 regresó como Jefa de la División de Anestesia dentro del Departamento de Cirugía. Era responsable del entrenamiento de los residentes y de enseñar a los estudiantes. En 1949, esa División se convirtió en el Departamento de Anestesiología, en gran parte por su esfuerzo. Si bien ella no era la directora, sí fue primera profesora de Anestesiología.

La prueba Apgar

Como anestesióloga, brindaba apoyo a las parturientas y observaba a los recién nacidos. En 1953, publicó los estudios que había desarrollado sobre la primera escala de valoración de la vitalidad de recién nacidos, denominada luego “prueba de Apgar”. Hoy en día este test se aplica a todos los bebés en dos momentos: un minuto después del parto y, nuevamente, a los 5 minutos después del mismo (en ocasiones también a los 10 minutos). Esta prueba evalúa cinco aspectos simples de los recién nacidos: frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio, presencia de reflejos, tono muscular y color, dándole a cada uno una puntuación de cero a dos. En 1963, el pediatra Butterfield generó un acrónimo válido en muchos idiomas, con las cinco letras del apellido de la Dra. Apgar: apariencia, pulso, gesticulación, actividad y respiración. El puntaje sumatorio (Apgar score) va del 0 al 10. Si el bebé obtiene un puntaje de 3 o menos, se considera que su estado de salud es crítico; si el puntaje se sitúa entre 4 y 6, se clasificará como “bastante bajo”; y si el puntaje es de 7 a 10, se considerará que el estado de salud es “normal”.

Salud pública y malformaciones congénitas

A finales de la década de 1950, Virginia Apgar había asistido a más de 17 000 nacimientos. Ella había observado también muchos casos de malformaciones congénitas y buscó correlacionarlas con los valores de su evaluación. Como se sintió limitada por sus habilidades estadísticas, se inscribió en 1958 en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins.

Al culminar su maestría, en 1959, aceptó dirigir la División de Malformaciones Congénitas de la Fundación Nacional March of Dimes. Así, viajó por todo el país y también el extranjero para hablar sobre la importancia de descubrir de manera temprana los defectos congénitos y sobre la necesidad de más estudios en esta área. Gracias a ella, el ingreso anual de la Fundación se duplicó durante su estancia allí.

Durante la epidemia de rubeola de 1964-1965, fue una defensora de la vacunación universal, sobre todo para proteger a los niños de madres infectadas. En esa epidemia, hubo más de 12 millones de casos que llevaron en los Estados Unidos a unas 11000 pérdidas y unos 20 000 casos de síndrome congénito con miles de niños afectados. También promovió el test de Rh para casos de incompatibilidad materno-fetal.

Ella era una gran disertante. En 1971 fue nombrada Profesora de Pediatría en la Escuela de Medicina de Cornell, donde enseñó Teratología. En 1973, también daba las Conferencias de Genética Médica en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins. Se dice que era una maestra honesta y entusiasta.

Intereses variados

A pesar de su trabajo muy intenso, Virginia siempre se dio tiempo para atender sus otras aficiones. Solía viajar con su violín y lo tocaba cada vez que había oportunidad. Además, disfrutaba de cosas tan variadas como pescar, jugar golf, coleccionar estampillas o cuidar el jardín. Tomó también lecciones de vuelo.

Obra y reconocimientos

Publicó más de 60 trabajos científicos e incontables artículos para la prensa general así como el libro Is My Baby All Right? con Joan Beck en 1972.

Recibió doctorados honoris causa en Pensilvania y Nueva Jersey, premios de distintas asociaciones médicas y la Medalla de Oro de los ex alumnos de la Universidad de Columbia, entre muchos otros honores. Después de su muerte, se emitió una estampilla postal en su honor.

Rol como mujer destacada

Si bien ella fue en muchas ocasiones “la primera mujer” o “la única mujer” en ocupar algún puesto, en ganar reconocimiento o en tener algún cargo destacado, ella siempre evitó el movimiento feminista organizado, afirmando que “Las mujeres están liberadas desde el momento en que nacen” y que a ella no le habían impuesto limitaciones en su vida ni en su carrera profesional. Se dice que solo se quejó cuando hubo alguna desigualdad en materia de sueldos. No se casó ni tuvo hijos.

Falleció en 1974 en Nueva York, a la edad de 65 años, dejando atrás una vida muy fructífera, llena de logros y con un inmenso legado a las futuras generaciones.

| Se dice bien que cada niño nacido en un hospital moderno en cualquier lugar del mundo es visto primero a través de los ojos de la Dra. Virginia Apgar. |

Referencias

  • Apgar, Virginia (1973). Is my baby all right? A guide to birth defects. New York: Pocket Books. ISBN 0-671-78707-1.
  • Apgar, Virginia (1953). “A proposal for a new method of evaluation of the newborn infant”. Current Researches in Anesthesia & Analgesia 32 (4): 260–267.
  • “The Virginia Apgar Papers: biographical information”. Profiles in Science. National Library of Medicine.
  • Mazana Casanova JS (11 Nov 2000). Virginia Apgar y su test posnatal medio siglo después. Anales Españoles De Pediatría 53 (5): 469.
  • Shampo MA, Kyle RA (July 1995). “Virginia Apgar-The Apgar score”. Mayo Clinic Proceedings 70 (7): 680.
  • Butterfield LJ (1994). “Virginia Apgar, MD, MPhH (1909-1974)”. Journal of Perinatology 14 (4): 310.
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