La salud de nuestros pacientes depende de muchos factores, entre los que la sana alimentación es primordial. Es cada vez más frecuente que tengamos que inculcar en nuestros pacientes alternativas de alimentación.
Sabemos que hay que evitar excesos y algunos alimentos, pero la mayoría de las veces no es necesario eliminar todas las comidas agradables. En algunos casos, sustituyendo algunos pocos alimentos se puede lograr en un tiempo corto cambios significativos y beneficiosos para la salud.
Actualmente, existen alternativas de bajo contenido calórico para muchos tipos de alimentos tales como los lácteos y jugos. Son excelentes opciones para pacientes diabéticos o con condiciones cardíacas.
Por otro lado, no cabe duda de que para muchas personas el placer de poder consumir algo dulce hace la diferencia en un día. En ese sentido, se pueden considerar los productos light que pueden ser consumidos por personas de distintas condiciones.
Sin embargo, no siempre los productos light son una alternativa. Algunos realmente son bajos en calorías porque se les ha reducido o quitado una cantidad de azúcares o porque han sido desgrasados, pero también existen casos de alimentos denominados "light" simplemente porque no tienen tantas grasas o calorías como el original.
Debemos exhortar a nuestros pacientes a que se informen adecuadamente sobre la razón por la cual un producto se llama light, leyendo sobre sus calorías, grasas y nutrientes.
Y hablando de alimentación y vida sana, no olvidemos la importancia de la actividad física que muchas veces hace la diferencia.