Jorge Gabriel Rosado González _ Universidad de Puerto Rico _ Escuela de Medicina - MSIII _ Recinto de Ciencias Médicas
La enfermedad, la soledad y el dolor físico y sicológico son situaciones de debilidad que experimenta el ser humano, pero a la vez, son circunstancias de las que tenemos la gran oportunidad de salir fortalecidos y renovados.
Un año y medio atrás, decidí ser parte del grupo de los débiles que luchan por fortalecerse y me uní a la gran familia de “Iniciativa Comunitaria” y “Recinto Pa La Calle”. En ellos y su misión encontré propósito y le di sentido a las largas horas de estudio e innumerables tazas de café.
En el encuentro con nuestros hermanos que viven en nuestras calles y en Haití, experimentamos los momentos hermosos de comunión, donde ocurre un intercambio de experiencias que renuevan el alma.
He tenido la oportunidad de experimentar esto varias veces en las diversas “Rondas Nocturnas”, “Jangueos de amor” y “Misión Haití”, con un grupo inmenso de misioneros en el amor, con un corazón de igual tamaño, entregados a ayudar a nuestros hermanos que viven en las calles de Puerto Rico y Haití y que necesitan, más allá de un pedazo de pan, de un café calientito o de una frisa o abrigo para la noche, un buen “conversao” que caliente el alma.
En el rostro de un niño huérfano en Haití pude ver dolor, lágrimas de injusticia y una sonrisa de agradecimiento al llegar a nuestro encuentro. Y es que soy fiel creyente en que con un medicamento podemos aliviar dolores físicos, pero con el amor podemos sanar el alma.