Entrevista al Dr. Gerardo Tosca:

Las visitas preventivas en la oficina del pediatra son importantes para el desarrollo de los niños

El Dr. Gerardo Tosca, actual Presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría (SPP), nos comenta la necesidad de concentrar esfuerzos en reconocer la importancia de los pediatras generales. Estos son los que están a cargo de los futuros adultos y quienes pueden dar los consejos para que los niños lleguen a la edad adulta en el mejor estado de salud posible. Nos menciona también la importancia de las evaluaciones preventivas incluyendo la vacunación y la evaluación del peso y del desarrollo del niño.

¿Cuáles son las prioridades de la SPP?

Uno de nuestros objetivos principales es destacar la importancia de que nuestros niños sean evaluados en forma preventiva. Es importante que los padres traigan a sus niños para las evaluaciones preventivas y es necesario que las autoridades –tanto de gobierno, como de las aseguradoras y planes médicos– estén conscientes de las grandes ventajas de la medicina preventiva y también del gran ahorro que signifi ca tener una población sana y saludable.

Los chequeos preventivos durante el desarrollo son siempre importantes, más aún en los primeros 24 meses de vida para evaluar el crecimiento, el peso o aspectos del desarrollo como el habla y los sentidos. Sin embargo, por limitación o falta de actualización en los planes médicos los niños son traídos en muchos casos solo para visitas agudas y no para las visitas preventivas. Hay contratos que no han cambiado en 25 años y que no cubren las visitas primarias o de prevención.

Además, por la coyuntura actual se están utilizando en algunos casos –sobre todo en las salas de emergencia– los servicios de médicos generalistas o médicos de familia para ver a los niños. Estos son muy buenos profesionales, pero no cuentan con el entrenamiento ni la práctica de quien se ha preparado por varios años solo en atender a niños.

¿Esto último se debe a la falta de pediatras?

El número de pediatras ha disminuido en forma signifi cativa. Por ejemplo, en diciembre último se fueron 4 o 5 a los Estados Unidos. En la actualidad hay unos 1100 pediatras registrados, de los cuales de 750 a 800 están activos. La SPP tiene de 550 a 600 miembros. Además, debido a la crisis actual hay un cambio direccional, ya muchos pacientes privados están pasando a la reforma de salud y esto repercute en las atenciones. Otro factor importante es que el número de pediatras generales está disminuyendo, por lo que en algunos casos son generalistas los que ven a los niños. Esperamos que esto no se siga acentuando.

¿Se hace más difícil encontrar un pediatra?

En un estudio realizado en 2011 a pedido de la SPP se determinó que 8 o más municipios no cuentan con un médico pediatra con ofi cina privada, que en 5 apenas hay 1 y que en otros nueve hay 2. Estas limitaciones obligan a las familias a ir a un hospital para tener la atención de un pediatra, con la desventaja de que en el hospital es más difícil el seguimiento óptimo del niño. Otra cifra que preocupa es la edad promedio del pediatra: en Puerto Rico es de 54 años, comparado con 42 años en los Estados Unidos. En los últimos años esto no ha mejorado.

¿Existen limitaciones para especializarse?

Antes eran 6 los programas de residencia en pediatría, de los que salían cerca de 40 pediatras al año; ahora son 3 los programas y son cerca de 27 a 28 los nuevos pediatras cada año. Esto signifi ca una disminución de cerca del 30%. Los programas de especialización están en el Hospital Pediátrico, en el Municipal y en Ponce; se cerraron las residencias en Bayamón y Caguas. Si bien ha disminuido la población de Puerto Rico, la disminución de pediatras es más signifi cativa en proporción. Un número importante de los nuevos pediatras se van a los Estados Unidos a hacer una subespecialidad y los que se quedan entran a los hospitales. Son muy pocos los que están abriendo ofi cinas propias para pediatría general.

¿Hay limitaciones para las vacunaciones?

Lamentablemente, por limitaciones en la cobertura para las vacunas en muchos casos nos vemos obligados a dejar de vacunar en nuestras ofi cinas. Esto resta calidad a las evaluaciones preventivas ya que no permite el seguimiento en las vacunas. Había también el problema de la licencia de botiquín –un trámite repetitivo que tomaba de 8 meses a 1 año– que pudimos superar poniendo presión luego de nuestro congreso anual. Así, se eliminó esa licencia, por lo que ahora solo se requiere una certifi cación del Departamento de Salud para poder vacunar.

¿Sigue habiendo temor a las vacunas?

En los casos en que hay dudas en los padres, quién mejor que el pediatra para aclarar esto y hablar sobre la importancia de la vacunación y la prevención. La Academia Americana de Pediatría nos provee información y documentos que nos permiten decir que no hay ningún estudio científi co que pruebe una relación entre las vacunas y algún problema neurológico, específi camente el autismo. Los médicos actuamos según protocolos y cuando algún padre no quiere que su hijo sea vacunado tenemos que documentarlo.

¿La SPP cumple un rol educativo?

La educación médica continua es una de las tareas más importantes de nuestra asociación. Ofrecemos tres simposios anuales además del congreso que siempre es en febrero. Así, en mayo tendremos un simposio sobre crecimiento y nutrición y, después, entre septiembre y diciembre, habrá otros sobre reumatología, adolescentología y neonatología.

Además, ofrecemos actividades informativas a la comunidad y continuamos siendo activos en las ferias de salud. También a través de los medios electrónicos vamos a tratar de que nuestras recomendaciones lleguen a la población en general.

Además, este año se decidió apoyar a Vieques con una clínica, ya que allí no hay un pediatra fi jo sino uno que va y viene. Vamos a evaluar con el Municipio cómo se puede ayudar con este problema.

¿Qué opina sobre el problema del zica?

Con relación al dengue, al chicungunya y ahora al zica, tenemos que insistir en nuestro mensaje de instruir a la población a protegerse. Probablemente en cuanto al zica la problemática es más importante en las embarazadas. Tenemos que estar atentos para ver cómo evoluciona esto y debemos insistir en proteger a las gestantes, también con mallas en las ventanas o aire acondicionado. Ya hay una ordenanza para extrapolar en la gráfi ca haciendo mediciones para determinar el riesgo de microcefalia y se debe evaluar el desarrollo fetal con ultrasonido. Los neonatólogos también estarán atentos a esta situación.

¿Afectan al desarrollo de los niños los medios tecnológicos como videojuegos, computadoras o teléfonos inteligentes?

Ya la televisión participa desde el siglo pasado en la crianza de los niños y esto se ha agudizado con los nuevos medios electrónicos como los iPads o teléfonos “inteligentes”. Esto puede llevar a problemas de comunicación, de concentración, del habla o para expresarse. Tenemos que buscar un balance, tenemos que recalcar la importancia de salir al parque los días de semana o los fi nes de semanas para que los niños puedan interactuar. Los medios tecnológicos tienen su espacio, tanto así que en las escuelas los están promoviendo y eso está bien. Pero hay una línea fi na entre eso y el que los niños estén jugando horas y horas; estos hábitos pueden llevar a problemas de habla o de la concentración.

¿Esto también se relaciona con la obesidad?

Efectivamente, el sedentarismo y la falta de salir a la calle para tener actividad fi sca complica el desarrollo. Evaluar esto es parte de nuestro trabajo preventivo. Desde el nacimiento debemos tener claro que un bebe gordito no es siempre uno saludable. Hay casos en que debemos indagar en la familia y hablar con los padres o con los abuelos cuando les dan un exceso de comida o comida sin los nutrientes necesarios. Por eso son tan importantes las visitas preventivas, para dar recomendaciones y así evitar futuras enfermedades que el día de hoy se están volviendo endémicas. Los malos hábitos, la mala nutrición, la falta de actividad física y la obesidad llevan a enfermedades que generan un gasto inmenso.

Debemos continuar con nuestros esfuerzos y campañas para frenar este problema. Se trata de un tema de política pública que incluye a las instituciones de salud, de educación, de familia y que involucra a las escuelas y a los planes médicos, y que requiere inclusive la ayuda de las farmacéuticas.

Hay mucho trabajo por hacer y una parte importante de este se realiza en las visitas preventivas desde el recién nacido cuando instruimos sobre la importancia de la leche materna y, después, en las recomendaciones a los padres o abuelos. Sobre esto, en 2011 desarrollamos con las farmacéuticas y los Departamentos de Salud y Educación un programa para defi nir el índice de masa corporal (BMI).

¿Se están utilizando y aprovechando la tecnología y el récord electrónico?

El tema del récord electrónico es importante y es uno en el que en Puerto Rico los pediatras no recibimos aún apoyo como ocurre con los adultos a través de Medicare o Medicaid. Pero a la larga el sistema nos va a obligar a utilizarlo pues es mucho más práctico. En los Estados Unidos –donde a diferencia de Puerto Rico hay muchas prácticas grupales– se está usando mucho más ya que el sistema apoya en esto.

¿Las soluciones son fáciles o rápidas?

Son problemas complejos y con muchos involucrados. Tenemos que buscar el diálogo inclusive hablando con las autoridades y las aseguradoras para unir esfuerzos. Al fi nal se trata de nuestros futuros adultos; con una medicina que ponga énfasis en el cuidado preventivo tendremos una población más sana y más productiva con todas las grandes ventajas socioeconómicas que esto conlleva.

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