Cicely Saunders (1918-2005)

Enfermera, trabajadora social, médica y pionera de los cuidados paliativos modernos

Desde épocas inmemoriales el médico se ha ocupado del cuidado de la salud y de la vida, así como de conservarla, dentro de sus posibilidades. Pero no fue hasta la década de 1970 cuando se desarrollaron sistemática y ordenadamente la filosofía y especialidad de los cuidados paliativos en los pacientes con enfermedades terminales o próximos a morir. En esto jugó un rol determinante la Dra. Cicely Saunders, quien promovió en Londres el primer hospicio para la atención de enfermos terminales, que sirvió de referencia y modelo para el resto del mundo.

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Especial para Galenus
Marco Villanueva-Meyer, MD

Su vida y sus inicios

Cicely Saunders nació en 1918 en el seno de una familia acomodada en Inglaterra. En un inicio decidió estudiar Política, Filosofía y Economía en Oxford. Pero en 1940, en plena Guerra Mundial, cambió a estudiar Enfermería. Ya graduada y debido a un problema de columna que la limitaba en el trabajo, decidió estudiar para asistente social.

En 1949, cuando aún ejercía como trabajadora social, conoció a David Tasma, un paciente polaco enfermo de cáncer, del que se enamoró. Juntos comenzaron a pensar que hacía falta un sitio diferente de un hospital para atender a los pacientes terminales, que contara con personal especializado para aliviar su dolor y cuidarlos con amor. Al morir él, le legó unos fondos que la ayudarían a poner en marcha el proyecto que tenía en mente. Pero ella notó que sus credenciales de enfermera y de asistente social no le daban el respaldo suficiente para realizar cambios o alcanzar sus metas. Por ello, en 1947 decidió iniciar sus estudios de Medicina.

En 1957 se graduó como médica y obtuvo una beca para investigar el dolor en enfermos incurables en un hospicio de las Hermanas de la Caridad. Así, por 7 años trabajó en investigación del cuidado en pacientes terminales, buscando la solución a la situación de abandono en la que se encontraban estos enfermos en los grandes hospitales. Como los médicos estaban preparados para curar –es lo que se les había enseñado– en el caso de los pacientes moribundos estos perdían importancia médica pues no se podía hacer nada por ellos.

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Placa en recuerdo a David Tasma, primer benefactor del proyecto.

Ella notó que los pacientes utilizaban opiáceos cada 4 horas en promedio, por lo que empezó a practicar la sedación continua para tratar el dolor y defendió la terapia regular con morfina oral para aliviarlo. La eficiencia de este método se vio de inmediato y este concepto se difundió rápidamente.

Allí conoció y se enamoró de un segundo polaco, que falleció enfermo en 1960, el mismo año que su padre y un amigo. Las muertes de estas personas cercanas le hicieron notar que, en la medida en que el cuerpo se debilita, el espíritu se vuelve más fuerte.

En 1963 apareció –curiosamente– un tercer polaco en su vida, el pintor Marian Bohusz-Szyszko, que era viudo. Ellos se casarían en 1980 y él falleció en 1995, a los 94 años, bajo los cuidados de Cicely en el hospicio St. Christopher.

Evolución y primer hospicio moderno

En la antigüedad se atendía a los enfermos graves para aliviar sus síntomas y darles algún bienestar. La mayoría de personas fallecían en casa y la muerte era un hecho que se vivía con naturalidad.

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St. Christopher’s Hospice, 1970.

Se cree que los primeros hospicios se crearon en Bizancio. En la Edad Media los hospicios fueron lugares de acogida para peregrinos que llegaban graves, enfermos o moribundos. En el siglo XIX se crearon hospicios para pacientes moribundos, manejados por instituciones religiosas o benéficas. El término hospicio para el cuidado de pacientes terminales se usó por primera vez en Lyon en 1842.

El “inicio oficial” del llamado Movimiento de Hospicios Modernos se considera con la fundación del St. Christopher’s Hospice en Londres. Allí se estableció en 1967 el primer hospicio creado sobre el principio de dar atención a pacientes incurables o con enfermedades avanzadas, combinando la educación, la investigación en alivio del dolor y de síntomas, junto con un cuidado holístico que contemplara las necesidades físicas, sociales, psicológicas y espirituales de los pacientes, de sus familiares y de sus amigos. Era un lugar donde los pacientes podían cuidar el jardín, escribir, pintar, conversar e, inclusive, cuidarse el cabello. Contaba con grupos de arte, de música y de drama. La Dra. Cicely Saunders fue la Directora Médica desde 1967 y en 1985 pasó a ser Directora Ejecutiva hasta el año 2000, en que se convirtió en su Presidenta.

Ella puso en marcha el “movimiento hospice” que daría lugar a lo que hoy se conoce como “cuidados paliativos”. Este proporciona atención total, activa y continua a los pacientes y sus familias por un equipo multidisciplinario, no con la finalidad de alargar a toda costa la vida del paciente terminal, sino de mejorar su “calidad de vida” y cubrir todas sus necesidades. Desde 1996 esta modalidad fue imitada en el Reino Unido, donde hoy hay cientos de unidades hospitalarias con miles de camas para enfermos terminales. De allí se expandió el concepto al resto del mundo.

Su opinión y filosofía sobre la muerte

Cicely Saunders fue una defensora ferviente de la muerte con dignidad y opinaba que, a pesar de cualquier circunstancia, la muerte puede ser una experiencia positiva a la que todos tenemos derecho. Ella solía decir: “Usted importa por lo que es, importa hasta el último momento de su vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no solo para que muera de manera pacífica, sino también para que, mientras viva, lo haga con dignidad”.

Ella diferenciaba el dolor físico y el psicológico espiritual. En 1964 elaboró la definición de dolor total, que incluye elementos sociales, emocionales y espirituales. “La experiencia total del paciente comprende ansiedad, depresión y miedo; la preocupación por la pena que afligirá a su familia; y a menudo la necesidad de encontrar un sentido a la situación y una realidad en la que confiar”.

En 1963 comenzó a difundir sus convicciones y opiniones en medios de prensa y publicaciones médicas. Fue invitada a múltiples conferencias, en especial en los Estados Unidos. Promovió la ética médica, la naturaleza y el manejo del dolor terminal, también desde el London Medical Group, un precursor del Instituto de Ética Médica.

Reconocimientos

Cicely Saunders fue miembro de los Colegios Reales de Médicos, de Enfermeras y de Cirujanos. En 1965 fue designada como Oficial y en 1979 como Dama de la Orden del Imperio Británico. En 1981 recibió el Premio Templeton, el más rico en el mundo a un individuo. En 2001 recibió el mayor premio humanitario, el Premio Conrad Hilton, para el Hospicio St. Christopher. En 2002 se fundó la organización de caridad que lleva su nombre y que ella presidió, dedicada a promover la investigación y el tratamiento de pacientes que necesitaran cuidado paliativo, sea en un hospicio, hospital o en casa.

En 1980 la Organización Mundial de la Salud incorporó el concepto y programa de Cuidados Paliativos como parte del Programa de Control de Cáncer. En la década de 1990 la Organización Panamericana de la Salud también lo incorporó.

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Acompañando a la Reina Isabel en visita al hospicio, 1988.
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St. Christopher’s Hospice, 2014.

Comentario

El cuidado paliativo es un concepto amplio que considera la intervención de un equipo interdisciplinario, integrado por médicos y otros profesionales como psicólogos, enfermeras, asistentes sociales, terapistas ocupacionales, religiosos y voluntarios. Los cuidados paliativos son la forma profundamente humana de ayudar y comprender al paciente terminal o incurable, para aliviar su dolor y sufrimiento al culminar la vida.

Cicely Saunders falleció a los 87 años en 2005, de complicaciones de cáncer de mama, en su habitación del St. Christopher Hospice, rodeada de los cuidados y tratamientos que ella misma promovió y dejando como legado la importancia que los cuidados paliativos tienen en la actualidad.

Las personas valiosas y de bien deben ser recordadas para que su huella y enseñanza no sea borrada. Este es el caso de Cicely Saunders.

Referencias

  • ­­Reynolds LA, Tansey EM. Medical Ethics Educ in Britain. Wellcome Trust Centre for the History of Medicine (2007), pp. 8, 77, 118. Saunders, Cicely. The Care of the Dying Patient and His Family; documentation in Medical Ethics. 5 (1975), London Medical Group.
  • Richmond C (23 July 2005). BMJ. 331 (7510): 238. Clark, D (2000). Total pain: the work of Cicely Saunders and the hospice movement. American Pain Society Bulletin. 10 (4): 13–15.
  • ­Vidal MA, Torres LM. Obituary. Pain 2005; 118: 283-284.
  • ­Saunders C. Hospice: A global network. J R Soc Med. 2002; 95:468.
  • ­Vidal MA, Torres LM. Cicely Saunders, fundadora de los Cuidados Paliativos. Rev. Soc. Esp. Dolor 3 (2006): 143-144.
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