Bernardino Ramazzini (1633-1714):

Médico, filósofo, humanista y padre de la medicina ocupacional

El aspecto humanístico de la Medicina fue ampliamente cultivado por muchos médicos del siglo XVII, entre los que destaca Bernardino Ramazzini. Plasmó su interés en los problemas de salud relacionados con las condiciones del trabajo en una obra pionera en ese campo y que tuvo, inclusive, repercusión social pues sirvió de base para leyes que protegen a los trabajadores.

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Especial para Galenus
Marco Villanueva-Meyer, MD

Europa en el siglo XVII pasaba por una época compleja. Había pobreza, la Inquisición no aceptaba las nuevas enseñanzas de Galileo, la “Guerra de los Treinta Años” desolaba la zona al norte de los Alpes. Allí, en 1633, nació Bernardino Ramazzini, en la ciudad italiana de Carpi, cerca a Módena y Verona.

Su vida

Ramazzini hizo sus estudios escolares en una escuela de padres jesuitas. Después, estudió en Parma por tres años Filosofía y, luego Medicina, graduándose en 1653. Seguidamente, trabajó en Roma hasta 1663, cuando contrajo malaria. Esta enfermedad lo afectó seriamente, por lo que volvió a su pueblo natal. Allí se recuperó y dos años después se casó y formó una familia con cuatro hijos. En 1673, a los 40 años, se mudó a Módena como médico de la Corte y profesor en la Universidad, donde se ocupó en forma sistemática de los problemas de salud ocupacional.

A pesar de seguir con la salud resquebrajada y frágil, en 1700 se trasladó a Padua, donde llegó a ser decano de la Facultad. También fue miembro de distinguidas sociedades científicas internacionales como las de Berlín y Viena, y perteneció al Collegio degli Artisti, del que fue presidente entre 1708 y 1711.

Desde 1705 se le acentuó una enfermedad a la vista, por lo que requirió la ayuda de un copista y de sus familiares, quienes le leían y le escribían. De esa manera continuó enseñando y escribiendo hasta fallecer de una apoplejía, en 1714, en Padua.

Sus intereses

Desde que era estudiante se preocupó por la extrema pobreza de la población y las pésimas condiciones de trabajo, a lo que se unía la malaria. Visitaba los centros de trabajo para observar los procedimientos y técnicas empleados y los materiales y sustancias que se utilizaban en cada oficio. Entrevistaba a los trabajadores e indagaba sobre las molestias y las enfermedades que padecían, su evolución y cómo las sobrellevaban.

Ramazzini comentó que algo que lo motivó a escribir sobre eso fue una situación en Módena, cuando vio el trabajo sacrificado de los limpiadores de pozos sépticos y cloacas. Notó en esos trabajadores un estado de tensión nerviosa exagerado para terminar rápido esa tarea tan desagradable pero, sobre todo, para evitar la gran irritación a los ojos que ese trabajo les producía y que, con el tiempo, llevaría a algunos de ellos a la ceguera y a la miseria total.

Ramazzini gozaba de una gran reputación como médico y como profesor. Su formación humanista lo llevó a escribir comentarios de las obras hipocráticas, a analizar los avances de la medicina e, inclusive, a escribir sobre literatura, física, hidrología y geología.

Obra sobre medicina del trabajo

Su obra describe problemas de salud en más de 50 ocupaciones, por ejemplo: las intoxicaciones de los farmacéuticos por el mercurio, los efectos por el uso de antimonio en quienes coloreaban vidrios, las enfermedades que producía el plomo en los pintores, así como los problemas no tóxicos pero sí causados por prolongadas posturas inadecuadas, por sedentarismo o por hacer movimientos desgastantes o con exceso de peso. También estudia molestias producidas por el calor, el frío, la humedad y el ruido.

En Módena, en 1700, publicó De morbis artificum diatriba (sobre las enfermedades de los trabajadores). En 1713 salió en Padua la segunda edición de esta obra, que incluye un capítulo sobre el régimen de vida de las monjas y otros capítulos sobre el trabajo de tejedores, marineros y remeros, cazadores, fabricantes de jabón y ladrillos, impresores, carpinteros y afiladores de cuchillos, entre otros. En cada capítulo describe una enfermedad asociada a una ocupación, las condiciones de la misma y tratamientos y consejos para el trabajador.

El enfoque novedoso y el mérito de su obra están en la recopilación y la relación que hace de los problemas de salud con un tipo de trabajo determinado y en los datos que añade de sus entrevistas y observaciones. Así, ya no se trata de una enfermedad que afecta a un individuo, sino de una enfermedad que afecta a un grupo en relación con el trabajo que desempeñan sus miembros y con el medio ambiente en el que lo desarrollan. Además de los consejos que da, llega a proponer que se debería informar a los trabajadores de los riesgos a los que estaban expuestos.

En su obra también establece una relación de los trabajos y enfermedades con las diferentes categorías sociales de la época, resaltando que la pobreza tenía mayor relación con las enfermedades del trabajo. En sus últimos escritos incita a los médicos a ampliar sus horizontes culturales viajando y contactándose con otros colegas.

Su obra ha sido traducida a varios idiomas y reeditada y, hoy en día, cuando se habla de medicina del trabajo, del deporte, de epidemiología, de salud medioambiental y de otras ramas de la medicina, se suele resaltar la contribución de Ramazzini.

Malaria y quinina

Ramazzini fue uno de los primeros médicos en insistir en la importancia de la corteza de chinchona, sustancia rica en quinina, para tratar la malaria. Ramazzini probó su eficacia, acuñando una frase célebre respecto a ella: “La quinina hizo para la Medicina lo que la pólvora hizo para la guerra”.

Contribución

Sus estudios de las enfermedades profesionales, evaluando los factores sociales y los peligros para la salud de productos químicos, polvo, metales, movimientos repetitivos y violentos y las posturas incómodas son pioneros en ese campo. Inclusive, promovió medidas de protección para los trabajadores que preceden a las leyes de seguridad en las fábricas y sobre accidentes de trabajo. Él insistió y recomendó a los médicos ampliar sus preguntas indagando sobre la ocupación del paciente. _ Por eso, con frecuencia es llamado el “padre de la medicina ocupacional”.

| En su honor se denomina como “Collegium Ramazzini” a una institución internacional dedicada a la investigación de problemas de salud en el trabajo, cuyas oficinas centrales están en la ciudad de Carpi, donde también está la Fundación Europea de Oncología y Ciencias Medioambientales “Bernardino Ramazzini”. |

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Universidad de Módena y Reggio Emilia (CC v 2.5, Wikicommons)

Bibliografía -# José L. Fresquet. Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia (Universidad de Valencia-CSIC). Febrero, 2011. -# Biographisches Lexikon der hervorragenden Ärzte aller Zeiten un Völker. Berlin-Vien, Urban & Schwarzenberg, 1932. -# Franco, G.; Franco, F. De morbis Artificum Diatriba [Diseases of Workers]. American J. of Public Health, 2001; 91(9): 1380-1382. -# Koelsch, F. Bernardino Ramazzini, der Vater der Gewerbehygiene (1633-1714), sein Leben und seine Werke. Sttutgart, F. Enke, 1912. -# Laín Entralgo, P. Historia de la Medicina moderna y contemporánea. 2ª ed., Barcelona, Científico-médica, 1963. -# Rosen G. A History of Public Health. Baltimore, Md: Johns Hopkins University Press; 1993:71.

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