Albert Sabin:(1906-1993)

Pionero en la vacunación contra la poliomielitis

A inicios del siglo XX –cuando las epidemias podían afectar y arrasar ciudades– la sola mención de la poliomielitis era motivo de temor para cualquier padre de familia. Si bien la mayoría de afectados se recuperaban, algunos morían o quedaban con parálisis que los limitaban de por vida. Muchos investigadores buscaron la solución y, entre ellos, destacó Albert Sabin por su persistente trabajo en el desarrollo de la vacuna para la erradicación de esta enfermedad.

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Especial para Galenus
Marco Villanueva-Meyer, MD

Sus inicios y estudios

Albert Sabin nació en Bialystok, ciudad polaca que pertenecía el Imperio Ruso. En 1921 huyó con su familia del comunismo y del antisemitismo a los Estados Unidos. Allí se naturalizó cambiando su apellido de Saperstein a Sabin. Estudió Medicina en la Universidad de Nueva York y desarrolló pasión por la microbiología. Luego de graduarse en 1931, continuó su preparación como médico clínico y fue a Londres al Instituto Lister de Medicina Preventiva. A su regreso en 1935, empezó a trabajar en el Instituto Rockefeller dedicándose a investigar los efectos del virus de polio en el sistema nervioso. En 1936 fue al Children’s Hospital de Cincinatti como investigador en virología y profesor. Allí demostró que el virus de polio (un enterovirus) se halla en el tracto digestivo y que se podía contagiar por vía digestiva o al comer alimentos contaminados.

Durante la Segunda Guerra mundial fue Teniente Coronel en la Marina. Estuvo en el Mediterráneo, África y Asia, donde estudió virus relacionados a la encefalitis y fue el encargado de que se vacunara a 65 mil militares estadounidenses contra la encefalitis japonesa.

Luego de la guerra, Sabin regresó a la Universidad de Cincinnati y contó el apoyo de la Fundación Nacional de la Parálisis Infantil, promovida por el Presidente Franklin D. Roosevelt (quien sufrió de parálisis por polio). Demostró que el virus pasaba del sistema digestivo a la sangre, a la linfa y al sistema nervioso, e identificó los tres tipos diferentes de virus (I a III), determinando que alguien inmunizado para uno de los virus no tenía protección para los otros.

Desarrollo de la vacuna contra poliomielitis

Con el avance de la poliomielitis varios grupos de científicos buscaron la forma de desarrollar una vacuna.

Hubo intentos fallidos en las décadas de 1930 y 1940. En 1948, Enders, Weller y Robbins lograron cultivar en laboratorio el poliovirus en tejido humano. Esto facilitó la investigación de la vacuna y les valió el reconocimiento con el Premio Nobel. Sabin trabajaba para desarrollar una vacuna de virus vivos ya antes de que se empezara a usar la vacuna de Jonas Salk de la Universidad de Pittsburgh, basada en virus muertos. La vacuna de Salk se comercializó desde 1955 y logró reducir los casos de poliomielitis. Pero como esta se inyecta produce menor inmunidad intestinal, por lo que es más probable que una persona que ha recibido esta vacuna se infecte al contacto con poliovirus del medio ambiente.

Sabin continuó en su tarea de crear una vacuna trivalente a base de virus vivos atenuados para darse por vía oral y que diera una protección más duradera. En 1954 logró desarrollar una vacuna más sencilla de usar –por vía oral– y de efecto más duradero ya que contiene una forma debilitada de cepas de los virus de polio. Esto estimula a las defensas sin producir la enfermedad. Actúa en los intestinos y evita que el virus entre al torrente sanguíneo, rompiendo así la cadena de transmisión del virus. La vacuna Sabin también se puede transmitir por la vía fecal-oral, por lo que en zonas de escasos recursos y muy limitadas condiciones higiénicas se distribuye espontáneamente cubriendo a la población rápido y sin costo.

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Póster utilizado en 1963 para la campaña nacional de CDC
convenciendo a la población para que se vacune.

Sabin logró el apoyo de científicos de México, Países Bajos y la Unión Soviética para mejorarla y probar su efectividad y seguridad. Se utilizó de forma masiva en la Unión Soviética y en otros países desde 1955. En 1960 se probó su eficacia en los Estados Unidos al utilizarse en niños Cincinnati lográndose eliminar la poliomielitis de esta ciudad. Fue curiosa la oposición continua de la Fundación March of Dimes que apoyaba el uso de la vacuna Salk. La vacuna de Sabin se administraba en un terrón de azúcar, forma que se difundió por todo el mundo.

En 1961 se autorizó la vacuna oral de Sabin (OPV), primero monovalente, luego bivalente y en 1963 trivalente y se convirtió en la vacuna de elección en Estados Unidos y en otros países del mundo. Por su facilidad de administración y por producir una inmunidad larga, fue la vacuna que permitió la erradicación del poliovirus en los Estados Unidos.

Patente

Sabin declinó de beneficiarse económicamente de su descubrimiento, nunca quiso patentar la vacuna y promovió su aplicación gratuita. Salk, creador de la otra vacuna, también renunció a los beneficios que le hubiera podido reportar.

Unos doscientos millones de niños fueron vacunados en Europa y los Estados Unidos en la década de 1960. Se estima que así se evitaron unas 50 mil muertes y unos 5 millones de casos.

Actividad posterior y reconocimientos

De 1969 a 1972 Sabin vivió y trabajó en Israel presidiendo el Instituto Científico Weizmann. Luego fue profesor de investigación en la Universidad de Carolina del Sur hasta 1984 en que fue a trabajar como asesor experto en NIH en Bethesda. También actuó como asesor de la OMS y la OPS, entre otras instituciones.

Sabin fue miembro de numerosas sociedades médicas en todo el mundo y recibió muchos premios, doctorados honorarios, y condecoraciones como la Medalla de las Ciencias (1971) y la Medalla Presidencial (1986). El Centro de Convenciones de Cincinatti lleva su nombre, al igual que la sala de Conferencias del Children’s Medical Center. En 2006 se emitió una estampilla en los Estados Unidos con su imagen como americano distinguido.

Sabin tuvo tres matrimonios; su primera esposa murió luego de 31 años de casados. Su segundo matrimonio duró 5 años y su tercera esposa lo acompaño hasta el final de su vida. Él falleció en 1993 de un paro cardiaco y fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington.

Al hablar de su popularidad Sabin solía decir que la gente necesita crear héroes y que su obra no había sido exclusivamente suya sino de centenares de personas. Reconocía su incesante necesidad de hacer cosas, de investigar y de ahí que se sintiera culpable de desatender el hogar y la familia.

Controversia entre Sabin y Salk

Sabin se oponía al uso indiscriminado de la vacuna de Salk cuestionando que una vacuna de virus inactivos no podía dar inmunidad de por vida, además de la complicación por las múltiples inyecciones.

Si bien la vacuna de Salk disminuyó la incidencia de polio en los Estados Unidos en las clases media y alta, su costo y la necesidad de inyectar tres veces y de los refuerzos significaba marginar a los pobres y a personas sin acceso a estos servicios. En 1960 menos de un tercio de los menos de 40 años había recibido la vacuna y estos eran en su mayoría blancos y de clase media o alta y la enfermedad seguía avanzando en especial entre afroamericanos y descendientes de puertorriqueños, así como en áreas rurales o aisladas. La vacuna oral era más sencilla de dar a grandes poblaciones y los virus atenuados dan una inmunidad de por vida. Es así que, gracias a la vacuna de Sabin, barata eficiente y fácil de administrar, se pudo cerrar la brecha de la inmunización entre los grupos sociales y finalmente se logró terminar con esta enfermedad en los Estados Unidos.

El esfuerzo y la persistencia de Sabin fueron fundamentales para este gran logro de la ciencia.

Referencias

Chanock RM. Albert Sabin and the development of the live oral poliovirus vaccine. Proc Assoc. Am. Physicians.(3)1996 108.2. 117-126. Grouse LD. Albert Bruce Sabin. JAMA, 1993 (4).269.16.

Fresquet JL. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia - CSIC). Agosto, 2006.

Horaud F. Albert B. Sabin and the development of oral poliovaccine. Biologicals. 1993. December, 21.4. 311-316.

Dixon. B. Medicine and the media: polio still paralyses (Albert Sabin, Jonas Salk). British J of Hospital Med. 1977(12) 18.6. 595. Benison, S. International Medical Cooperation: Albert Sabin, Poliovirus Vaccine and the Soviets. Bulletin History of Medicine, 56 (1982), 460-83.

Matysiak, A. The Myth of Jonas Salk: It was Albert Sabin’s vaccine, not Salk’s, that truly defeated polio.2005 (7) MIT Technol Review.

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