Antonio Benivieni (1443-1502):

Iniciador de la patología moderna

Los nuevos aires y cambios culturales, políticos y sociales que se dan en el Renacimiento impactan también a la Medicina. Se busca dar fundamentos y bases al conocimiento y, desde ese punto de vista, los trabajos pioneros en Patología realizados por Antonio Benivieni lo convierten en un adelantado a su tiempo. Por su obra, se le considera el iniciador de la Patología moderna.

Antonio Benivieni fue un reconocido médico italiano que se formó en Pisa y Siena y ejerció en la ciudad de Florencia, donde nació en 1443 y falleció en 1502. Benivieni se desempeñó como médico, especialmente en el Hospital de Santa María Nuova. Era un hombre culto que procedía de una familia noble y acaudalada. Fue un excelente humanista que, además de medicina también escribió sobre filosofía, literatura y arte. Solía participar en la vida cultural de Florencia y cultivó amistad con los más importantes filósofos y poetas de la región.

El Renacimiento y la Medicina

En el Renacimiento, se dio gran atención a la experimentación en muchas disciplinas relacionadas con el saber y, como resultado de ello, en Medicina se trabajó mucho en el desarrollo del conocimiento anatómico. El levantamiento de las restricciones sobre las autopsias, impuestas por la Iglesia durante la Edad Media, favoreció mucho que se pudiera examinar los cuerpos de los pacientes fallecidos.

Su actividad médica

A pesar que no se conocen muchos detalles de su vida, se entiende que tuvo que ser una persona disciplinada y rigurosa para poder mantener su ritmo de estudio y de trabajo. Fue altamente objetivo ya que, en su época, un paciente solía ser un vecino o un amigo, más que un extraño. Era un estudioso de Galeno y de la medicina griega y árabe, y no se limitaba a ser un cuidadoso observador sino que también era un exitoso médico. Entre sus pacientes, se encontraban los nombres más aristocráticos de Florencia, como los Medici.

Su obra

Benivieni mantuvo un registro clínico cuidadoso de sus operaciones y de las enfermedades que afectaban a sus pacientes, con anotaciones muy objetivas y claras, y siguió a los pacientes hasta practicarles la autopsia. Así, durante los más de 30 años de su actividad médica, fue coleccionando casos clínicos y tuvo el buen hábito de hacer notas breves de aquellos casos más importantes. Después de su muerte, a instancias de su hermano Gerónimo, poeta, en 1507 fue publicada la obra de Antonio Benivieni por su entrañable amigo, Rosati, bajo el título De abditis nonnullis ac mirandis morborum et sanationum causis (De algunas causas oscuras y admirables de enfermedades y curaciones), que contiene casos de autopsias, así, por ejemplo, el caso XXXVI:

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Antigua fachada del Hospital de Santa Maria Nuova, Fabio Borbottoni

“Mi tocayo, Antonio Bruno retenía el alimento que había ingerido por un corto tiempo y después lo vomitaba sin haberlo digerido. Fue tratado cuidadosamente con toda clase de remedios para curar los problemas gástricos pero como ninguno le sirvió para nada, adelgazó por falta de nutrición hasta quedarse en pura piel y huesos; finalmente le llegó la muerte. El cadáver se abrió por razones de interés público. Se encontró que la apertura de su estómago se había cerrado y que se había endurecido hasta la parte más inferior, resultando en que nada podía pasar por ahí a los órganos siguientes, lo que hizo inevitable la muerte”. En la actualidad, tal descripción se asociaría con un cáncer de estómago de la variedad linitis plástica. No todos los casos descritos son tan claros como éste. Por ejemplo, en otro se dice así: . “(…)hice abrir el cuerpo. El corazón estaba cubierto en todas partes de pelos debido a su extremo calor.” Se trataba probablemente de una pericarditis fibrinosa, un corazón velloso. Pero, en el texto de Benivieni, está implícita la concepción de esa época de que los pelos eran una especie de secreción de la piel, producto del calor interno. Ya hacia finales del siglo XV, él hizo más de cien observaciones clínicas basándose en muchas y muy cuidadosas evaluaciones realizadas postmortem. Describe, por primera vez, ciertos procesos como los abscesos retrofaríngeos y mesentéricos y la perforación intestinal, así como descripciones claras de varios tipos de hernias que fueron la base para el desarrollo de la herniología. En su obra describe, entre otros, casos de cálculos vesiculares, carcinoma estomacal, pericarditis fibrinosa, enfermedad degenerativa de cadera y perforación intestinal. Benivieni también descubre las fibras musculares de la vejiga urinaria y de sus esfínteres, descritos rudimentariamente por Galeno. Observó que la inserción de los uréteres intravesicales en forma oblicua evitaba el reflujo de orina hacia los riñones.

Legado

Su obra no trató exclusivamente sobre disección ni anatomía descriptiva. Benivieni fue un paso más adelante intentando describir la patología antes que limitarse solamente a la normalidad. Para ello, obviamente, tenía que conocer mucho de anatomía normal. Así, pudo diferenciar bien lo patológico de lo normal o de sus variantes. Lo que logra presentar y desarrollar Benivieni constituye, en pequeño, lo que será después la obra monumental de Morgagni y también proporciona las bases a lo que desarrollarían después Vesalio y Harvey. Antonio Benivieni fue, definitivamente una persona con un pensamiento de avanzada para su época, un iniciador del trabajo científico y bien documentado, razón por la que se le considera el padre de la Anatomía Patológica.

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Luneta en Hospital Santa Maria Nuova, Giovanni della Robbia.
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