El doctor Enrique Koppish y su legado

La importancia de la Patología es decisiva; además de ayudar a definir diagnósticos, nos enseña y recuerda constantemente a los médicos que cada paciente es único y que cada caso es una nueva historia. El patólogo es quien muchas veces contribuye a aclarar las dudas o interrogantes de nuestro quehacer, sea clínico o de investigación científica. En Puerto Rico hay una larga tradición de excelencia en Patología, con una escuela en la que al Dr. Enrique Koppish le tocó cumplir un rol decisivo. Con su visión y dedicación, sentó las bases para tener una mejor medicina.

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Norman Maldonado, MD
Hematólogo-Oncólogo
Ex Presidente de la
Universidad de Puerto Rico

Cuando el Rector Jaime Benítez logró la aprobación para la transformación de la Escuela de Medicina Tropical a la Escuela de Medicina, allí estaba él como último director interino de Medicina Tropical y Jefe de Patología para respaldar el cambio: el Dr. Enrique Koppish.

Sus orígenes

Natural de Mayagüez y nacido el 12 de abril de 1904. Enrique era hijo de padre alemán y madre puertorriqueña. Estudió en las escuelas de Aguadilla, consideradas en aquel entonces de las mejores en el país. Luego, estudió premédica en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, para ingresar posteriormente a la Escuela de Medicina de Thomas Jefferson University en Filadelfia, donde se graduó el año1927. Regresó a la isla e hizo su internado en el Hospital Presbiteriano en San Juan.

Especialización y experiencia internacional

Enrique Koppisch se trasladó luego a la Universidad de Columbia en Nueva York para especializarse en Patología. Como la Universidad de Columbia estaba encargada de la administración de la Escuela de Medicina Tropical de Puerto Rico, podemos asumir que fue recomendado para regresar. El Departamento de Patología de la Escuela de Medicina Tropical había sido organizado por el Dr. Alwin Pappenheimer y contaba con varios excelentes patólogos. Al completar su residencia, el Dr. Koppish fue nombrado instructor en Medicina Tropical, pero pronto recibió una beca de la Fundación Rockefeller para hacer investigación en el Instituto de Bacteriología e Higiene de Basel en Suiza. Su trabajo sobre la patología de enfermedades virales que afectan los nervios se publicó en alemán, uno de los cuatro idiomas que él dominaba, además del español, el inglés y el francés.

En la Escuela de Medicina Tropical

A su regreso, fue nombrado jefe de Patología de la Escuela de Medicina Tropical. Estuvo en esa posición por muchos años y le dio renombre internacional a dicha Escuela. Publicaba sus trabajos en las más prestigiosas revistas médicas. La residencia en Patología de la Escuela de Medicina Tropical estaba acreditada. En 1942, en Atlanta, presentó en la reunión anual de la Asociación Médica Americana su trabajo magistral sobre la esquistosomiasis mansoni, su patología y manifestaciones clínicas.

Transición a la nueva Escuela de Medicina

En 1949, cuando se promulgó la ley para crear la Escuela de Medicina el Dr. Enrique Koppish era el último Director de la Escuela de Medicina Tropical. Él motivó a la Facultad a aceptar el cambio y la transición. Sabía que eso era lo mejor para Puerto Rico. Publicó trabajos sobre esprue tropical, tifus, leptospirosis, filariasis y otros. El libro de Patología de Anderson incluía los capítulos de enfermedades tropicales escritos por el Dr. Koppish, lo que le daba mucho prestigio a nuestra Escuela de Medicina. Cuando yo era estudiante de Medicina en 1956, él daba las conferencias sobre Patología. Su porte erguido con su bata blanca bien almidonada correspondía a la figura de un eminente profesor. Nos entregaba sus conferencias mimeografiadas para que prestáramos mayor atención a sus presentaciones, las que eran siempre bien ilustradas con las laminillas de Patología que demostraba su asistente, el señor Antonio Puras. “Antonio, paséate por la periferia”, le indicaba, mientras tomaba agua diciendo “esta agua está como caldo”. Sus exámenes eran justos y no recuerdo que alguien fracasara en su clase. Era un profesor y maestro excepcional.

Reconocimientos, legado y destacados discípulos

El Dr. Koppish entrenó a muchos patólogos, entre ellos el Dr. Guillermo Carreras, quien luego fue jefe de Patología de la Clínica Ochsner en Nueva Orleáns, el Dr. Félix Reyes, jefe de Patología del Hospital de Veteranos y el Dr. Raúl Marcial Rojas, quien lo sucedió como jefe de Patología en la Escuela de Medicina. El Dr. Raúl Marcial ha destacado también en los temas de patología tropical y en tumores de hueso, publicando trabajos en importantes libros de Patología, además de haber tenido un rol importante como autoridad universitaria. El Dr. Koppish recibió múltiples honores y reconocimientos. En 1960, renunció a la jefatura de Patología y decidió continuar sus investigaciones durante un merecido año sabático en el Instituto Nacional de Cardiología en Méjico. A su regreso a Puerto Rico enfermó de mieloma múltiple, una enfermedad que en aquel entonces no tenía tratamiento. Enrique Koppisch falleció el 10 de mayo de 1961. El Departamento de Patología lo honra con una cátedra anual y sus discípulos hicieron un monumento en su honor. El legado del Dr. Enrique Koppish trascendió nuestras playas. Fundó un sólido Departamento de Patología que le dio prestigio a la Escuela de Medicina Tropical, a nuestra Escuela de Medicina y a todo Puerto Rico. Los doctores Raúl Marcial Rojas, Eliud López Vélez, Ángel Román Franco y otros cien patólogos especialistas que se formaron en el Departamento de Patología y que han tenido actividad en distintas partes de Puerto Rico, Estados Unidos, Latinoamérica y España son testimonio de su gran legado. ¡Gracias, doctor Enrique Koppish!

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