Depresión postparto y sus implicaciones

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Brenda E. Matos, MD
Psiquiatra General, Subespecialista en Niños y Adolescentes
Presidenta Capítulo de Psiquiatría de Niños y Adolescentes
del Colegio Médico-Cirujanos de PR
Presidenta Electa, American Psychiatric Association, Puerto Rico Chapter

Varios estudios muestran que durante los meses que siguen al parto (periodo en que la mujer es muy vulnerable a nivel psíquico) más del 40% de las madres sufren síntomas depresivos-ansiosos inespecíficos y que del 10% al 15% desarrollan una enfermedad depresiva. Esto causa sufrimiento personal y familiar, afecta la relación de pareja y el desarrollo emocional del bebé, que puede verse seriamente condicionado por la enfermedad psíquica materna. Luego de ser diagnosticada, la depresión postparto requiere de medidas terapéuticas urgentes.

La depresión postparto (DPP o depresión postnatal) afecta al 13% de las mujeres –y con menor frecuencia a los hombres– después del nacimiento de un hijo. La mayoría de los casos de DPP se presentan en el primer mes posterior al parto o poco después. Por lo general, los síntomas alcanzan su mayor intensidad entre las 8 y 12 semanas después del nacimiento.

No se conocen bien las causas pero se considera que los cambios hormonales (gonadales y tiroideos) y el cambio de ritmo de vida son posibles factores. Así, el modelo etiológico sugiere que la depresión postparto es de tipo biopsicosocial y se piensa que los factores psicosociales tienen mayor peso que los biológicos.

Los factores de riesgo más importantes son:

  • Crisis frecuentes de ansiedad o depresión durante el embarazo, en especial en el tercer trimestre;
  • Haber tenido previamente depresión o ansiedad;
  • Historial de depresión o ansiedad en la familia;
  • Estrés causado por el cuidado infantil;
  • Falta de apoyo social;
  • Dificultades en el matrimonio;
  • Baja autoestima;
  • Estrés por eventos externos como problemas financieros o la pérdida de un trabajo;
  • Embarazo no deseado o no planeado;
  • Complicaciones obstétricas; y
  • Tener un bebé irritable.

Características de la depresión postparto

La depresión postparto presenta la misma psicopatología que un episodio depresivo mayor, pero con algunas peculiaridades. Hay que tener en cuenta que algunos síntomas de la depresión mayor, como las alteraciones del sueño o del apetito, la fatiga y la disminución de la líbido, se consideran normales en el postparto. Por ello, el principal instrumento de detección temprana para dicha depresión es la Escala de Edimburgo. Esta escala se centra en los síntomas más típicos de la depresión: ánimo bajo, pérdida de la capacidad de disfrute y ansiedad.

En la depresión postparto, del 20 al 40% de las mujeres reportan algún disturbio emocional o disfunción cognoscitiva. En casos raros (1-2 de 1000 partos) la depresión postparto se caracteriza por sentimientos depresivos e ideas suicidas. En casos severos, la depresión puede alcanzar proporciones psicóticas con alucinaciones, delirios y pensamientos infanticidas.

Otras clasificaciones

Los baby blues se caracterizan por ser una depresión mucho más leve que la depresión postparto. Se presentan en los primeros días después del parto y se caracterizan por un estado de labilidad afectiva transitorio en la mayoría de las mujeres, pero un 20% de las que los padecen no presentarán remisión y continuarán con la depresión.

Un subgrupo dentro de la depresión tiene un trastorno obsesivo compulsivo postparto, caracterizado por las ruminaciones egodistónicas relacionadas con hacerle daño al bebé. Son pensamientos intrusivos que se experimentan con intensa angustia.

Otro trastorno psíquico que puede presentarse de manera comórbida con la depresión postparto es el trastorno de estrés postraumático, desencadenado por acontecimientos estresantes en el momento del parto.

Riesgos de no tratar la depresión postparto

Estudios presentan varios efectos adversos asociados a la depresión materna postparto y consecuencias negativas en la relación madre-hijo y en el desarrollo infantil, en términos emocionales, conductuales y cognoscitivos. En preadolescentes cuyas madres presentaron una depresión a los tres meses del parto se encontraron coeficientes intelectuales más bajos que en niños cuyas madres no se deprimieron en ese periodo. Otro estudio dio a conocer una asociación entre DPP materna y violencia en los hijos.

Tratamiento

Si una mujer ha padecido de depresión postparto, el riesgo de que se repita después del siguiente parto es del 25%. Por eso es importante diseñar un plan preventivo durante el embarazo en estas pacientes.

Una vez diagnosticada correctamente la depresión postparto, se establece un plan de tratamiento que, en condiciones óptimas, debería ser elaborado por un equipo multidisciplinario que incluya a todos los profesionales que atienden a la diada madre-hijo, es decir, el psiquiatra, el médico de familia, el pediatra, y el psicólogo. En cuanto al tratamiento psiquiátrico, se debe considerar tanto la psicoterapia como el tratamiento farmacológico. La decisión de usar o no un antidepresivo debe basarse en un análisis cuidadoso de riesgo/beneficio.

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