Dengue y leptospirosis:

Importancia de un diagnóstico rápido
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Bianca L. Rivera Castillo, MD
Residente de Medicina de Emergencias
Universidad de Puerto Rico

El 20 de septiembre de 2017 dejó una marca en la historia de Puerto Rico como el día en que nos tocó enfrentar a uno de sus huracanes más devastadores que jamás pasó por nuestra isla. Vidrios rotos, techos derrumbados, calles inundadas, postes de electricidad y de comunicaciones caídos, y gran parte de la infraestructura destruida. Las prolongadas secuelas del huracán María se notaron por falta de comunicación, de electricidad y de agua en gran parta de la isla. Esto llevó a muchos a usar agua de los ríos, ya sea para limpieza, para lavar ropa o inclusive para beber, exponiéndose así a muchas enfermedades. Además, la acumulación de agua, de escombros, la falta de higiene, la falta de acceso a servicios médicos y a medicamentos pueden llevar a nuestra población a serios problemas, sobre todo de salud.

Algunas enfermedades infecciosas, como el dengue o la leptospirosis, pueden tener una presentación poco específica y los estudios diagnósticos confirmatorios puede demorar hasta 3 semanas antes de obtener un diagnóstico final preciso. Por lo tanto, es fundamental reconocer las señales de advertencia, evitar las áreas que albergan estos vectores y buscar ayuda de emergencia tan pronto como sea posible.

A continuación, presentamos algunos signos de advertencia del dengue y la leptospirosis y la importancia de no subestimar ninguna, especialmente después de un desastre natural.

Dengue: aspectos generales

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos hembra, sobre todo de la especie Aedes aegypti. Los pacientes afectados pueden incubar el virus por 3-12 días. En 1997, la Organización Mundial de la Salud (WHO) clasificó el dengue en tres subtipos: fiebre del dengue, fiebre hemorrágica del dengue y síndrome de shock del dengue, siendo cada subtipo más letal que el anterior. En la Tabla 1 se resumen los síntomas del dengue. La infección del dengue tiene distintas fases, que incluyen la fase febril, la fase crítica y la fase de convalecencia. La fase crítica dura de 24 a 48 horas y se atribuye sobre todo a un incremento de vasos permeables que incluye hemorragia, vómitos, desarrollo de efusiones pleurales y letargo. El tratamiento de apoyo –como las transfusiones de plaquetas y la hidratación intravenosa– es fundamental en esta fase. Si el paciente alcanza la fase de convalecencia, la permeabilidad de los vasos sanguíneos se resuelve y los fluidos se reabsorben. Los pacientes pueden tener fatiga durante semanas después de la recuperación completa.

Diagnóstico diferencial con la leptospirosis

Entre la gran cantidad de diagnósticos diferenciales del dengue, es importante señalar a la leptospirosis y las similitudes que tienen ambas. La leptospirosis es una infección zoonótica con una espiroqueta conocida como Leptospira interrogans. Un humano se infecta cuando hay contacto mucoso o percutáneo con la orina de un animal infectado, con tierra contaminada o con agua contaminada. Los brotes pueden ocurrir después de una inundación y, ya que las semanas posteriores al huracán María se notó un aumento en los casos sospechosos, había que estar atentos y tomar las medidas preventivas. En Puerto Rico se suelen reportar entre 63 y 95 casos al año.

El periodo de incubación para la leptospirosis es de 2 a 20 días y los síntomas pueden ser inespecíficos (Tabla 2). Las infecciones por leptospirosis son autolimitantes, pero pueden requerir del manejo ventilatorio, de la administración de productos sanguíneos y de la terapia con antibióticos (orales: doxiciclina o azitromicina; intravenosos: ceftriaxona, penicilina o ampicilina).

En una situación de desastre puede aumentar el riesgo de estas enfermedades infecciosas, por lo que la manera más importante de prevenirlas es eliminar los lugares donde los mosquitos ponen sus huevos y evitar la exposición al agua o tierra que pudiera estar contaminada con orina de animales. Por ejemplo, son medidas preventivas importantes la eliminación periódica de agua estancada en el hogar, el acceso a fuentes de agua limpia y el uso de repelente de insectos que contiene 10-30% de DEET (N, N-dietilmetatoluamida).

Comentario

Ante situaciones de desastres naturales como los ocurridos en Puerto Rico, se debe tener presente la posibilidad de enfermedades como el dengue o la leptospirosis; cada una de estas enfermedades debe ser respetada, diagnosticada y tratada como corresponde. A menudo, los pacientes recién buscan tratamiento unos 4-5 días después del inicio de los síntomas cuando estos no desaparecen y/o empeoran; esto puede llevar a complicaciones que pueden poner en riesgo la vida y a requerir tratamientos más difíciles. Por otro lado, puede no ser fácil poner un diagnóstico final en estos casos sin tener la confirmación de laboratorio, por lo que es importante que podamos reconocer las señales de advertencia y, además, que la población esté informada para que pueda acudir al médico lo antes posible.

Debido a ello, tanto los médicos primarios como los de sala de emergencias debemos –en base a criterios clínicos– tomar la mejor decisión luego de reconocer las señales de advertencia, y en todo caso, solicitar las pruebas de laboratorio básicas adecuadas para descartar causas letales antes de darle de alta a un paciente con el diagnóstico de una de estas enfermedades.

Referencias

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