Aspectos nutricionales y de crecimiento en el paciente con artritis idiopática juvenil

La artritis idiopática juvenil (JIA) es una de las enfermedades crónicas más comunes en la niñez. Se trata de un grupo de condiciones cuyo patrón en común es tener inflamación en una o más articulaciones y que se presenta antes de los 16 años. Se desconoce la causa, aunque entendemos que puede haber relación con factores inmunológicos, genéticos o ambientales.

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Maricarmen López Peña, MD
Reumatóloga pediátrica
Catedrática auxiliar UPR
Vice-presidente Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico

Las enfermedades crónicas en la edad pediátrica suelen presentarse con problemas nutricionales que afectan el bienestar del paciente, su función a largo plazo y pueden producir disturbios en el crecimiento.

La JIA no es diferente en este aspecto. Aproximadamente un 30 % de los pacientes con JIA tienen anormalidades en el crecimiento y un 40 % manifiestan un pobre estado nutricional con disminución en la masa muscular y aumento de la masa grasa, además de tener bajos niveles de minerales. Estos pacientes tienen un metabolismo basal aumentado en descanso, por lo que sus necesidades nutricionales son mayores y generalmente no alcanzadas, razón por la cual suelen tener bajo peso y síntomas de pobre nutrición.

Puede haber varios factores etiológicos. La inflamación crónica lleva a un aumento en citoquinas pro-inflamatorias (IL-6, IL-1 y TNF-α), lo que puede disminuir el tejido magro y causar caquexia. También hay factores mecánicos, como el efecto de JIA en la articulación témporo-mandibular y la gastritis, secundaria a medicamentos, que pueden afectar la alimentación adecuada.

El crecimiento se ve afectado por una nutrición deficiente, pero también puede haber factores endocrinológicos envueltos. Se han reportado niveles disminuidos de insulin-like growth factor 1 y de la hormona de crecimiento durante periodos prolongados de inflamación. Además, el uso de esteroides altera el crecimiento por su efecto supresivo en los osteoblastos. Esto, a su vez, trae problemas de osteoporosis/osteopenia y, a largo plazo, una masa ósea menor en la adultez.

Es importante que monitoreemos el estado nutricional de los pacientes en cada visita, incluyendo el peso y estatura. Se recomienda también consultar con nutricionistas para mejorar o suplementar la alimentación, según se requiera. Se debe ingerir calcio, entre 1200 a 1500 mg diarios, y vitamina D, de 400-800 IU. Además, se recomienda ejercicio adecuado a la capacidad de cada paciente. Otra medida a considerar es la protección gastrointestinal para mejorar la alimentación.

Como vemos, la JIA es una enfermedad crónica inflamatoria que puede afectar el estado nutricional y de crecimiento de los pacientes. Es importante el trabajo en equipo, tanto del reumatólogo pediátrico, del pediatra, y del nutricionista, entre otros, para mejorar el bienestar general de los pacientes. Un diagnóstico temprano es de suma importancia para tratar adecuadamente a estos pacientes y evitar complicaciones a largo plazo.

---- Referencias

1. Primer on the Rheumatic Diseases. Klippel, J. 2008.

2. Inflammation and Growth. Simon, D. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition. 51 Suppl 3:S133-S134. Dec 2010.

3. Juvenile Idiopathic Arthritis. J.E. Weiss. Pediatric Clinics of North America. 2007.

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