Hace poco, se fue un querido amigo con quien podía hablar sobre las cosas importantes de la vida. Él dejó cinco hijas y dos hijos. A mí la vida me dio el privilegio de tener cinco hijos, los menores ya próximos a cumplir los 20 años. Recuerdo que a veces comentábamos cómo ayudar a nuestros hijos o sobre lo que podemos darles, o hasta qué punto podemos o debemos intervenir en sus vidas, en su formación y en sus deseos.
Con mi querido amigo llegábamos a algunas conclusiones: uno hace todo lo que puede (...)