Algo inherente a la vida son las situaciones o problemas que nos toca resolver, tanto a nivel individual como en la familia, en grupos, sociedades, instituciones y pueblos. Depende de cada uno buscar la solución ahora o dejarla para después, o simplemente no hacer nada y no resolver. También es cierto que hay problemas que por su magnitud requieren un análisis largo y minucioso, y otros que por su urgencia demandan una decisión rápida e inmediata. Lo óptimo, aunque cada caso es diferente, es que (...)